Redacción | Ihintza Orbegozo
Este 2013 ha sido un año de altibajos para el Azkena Rock Festival, ya que con las complicaciones que tuvieron con el recinto se atrasó todo el proceso y nos han tenido casi hasta el final sin cerrar el cartel. A pesar de ello, el día que se confirmaron dos grupos potentes como Smashing Pumpkins y The Black Crowes muchos rockeros compraron el bono sin dudar un momento. La sorpresa vino cuando los dos cabezas de cartel quedaron implantados en el mismo día y por ello se creía que muchos asistentes acudirían sólo el viernes, pero no ha sido así. Después del fin de semana han salido los datos, y a pesar de los malos presagios han asistido en total unas 25000 personas durante los dos días.
Yo fui el viernes, y nada más llegar noté el efecto de la crisis sobre el festival. Un escenario menos que el año pasado, no había libretos informativos (solo un papel con los horarios de los conciertos), y las consumiciones se pagaban con dinero normal. Aún así, había bastante gente, buena señal para los de Last Tour International para seguir con el festival el año que viene.
Faltaba poco para el concierto de los Black Crowes cuando entramos en el recinto, (una pena perderme los conciertos de Quaoar y Sex Museum, que por lo que oímos estuvieron de lujo), así que cenamos algo y fuimos a coger un buen sitio para disfrutar de los dos grandes que tocaban en el mismo escenario.
Los cuervos negros salieron más o menos puntuales comenzando el show con “Twice as Hard” ganándose al público rockero desde el primer instante; Chris Robinson es un gran frontman y sabe como hacerse con él. Repasaron su repertorio más mítico con canciones como “She Talks to Angels”, “Sting Me” o “Soul Singing”. Terminaron con un bis de dos versiones, el “Hard to Handle” de Otis Redding y “Hush” de Billy Joe Royal. Son muy buenos músicos, sienten lo que hacen, y saben demostrarlo. Un grupo entregadísimo, hizo que durante las casi dos horas de concierto el público los vitoreara. Una vez más, triunfaron en mendizabala, y seguro que si vuelven a venir lo harán otra vez. Les esperaremos con los brazos abiertos.
A media noche tenía previsto comenzar el concierto de los esperados Smashing Pumpkins, y un cuarto de hora más tarde salieron Billy Corgan y los suyos a defraudar a muchos de los allí concentrados, y a dejar con un sabor agridulce a otros muchos. Según quien lo cuente puede ser una historia muy diferente, y aunque algunos digan que fue insufrible, no estoy del todo de acuerdo con ellos. Quizá porque Smashing Pumpkins haya sido uno de mis grupos favoritos y porque era la primera oportunidad que tenía de verlos, pero creo que hubo momentos y momentos. La gente esperaba lo viejo, sin tener en cuenta que acaban de publicar un nuevo álbum; y que se entregaran al público, cuando Billy Corgan ni en sus mejores años ha dirigido media palabra a sus seguidores. Es verdad que el sonido podía haber sido mejor, que algunas canciones míticas como “Zero” las tocaron deprisa y corriendo, la ausencia de “Today” y “1979”, y que tocar unos cuantos temas seguidos del nuevo disco y terminar con un par de ellos enfría a la gente. Pero creo que lo peor del concierto sin duda fue la poca conexión que se notaba entre los miembros del grupo, siendo Billy Corgan y otros tres, tocando canciones de los Smashing Pumpkins.
Aún así, hubo momentazos en la hora y media que duró el show, la versión que hicieron de “Space Oddity” de David Bowie y los temas “Disarm” y “Tonight, Tonight” fueron los momentos mas emotivos del concierto. Las canciones del nuevo disco Oceania también sonaron bien, pero no era lo que la gente quería escuchar. En general, no brillaron, y sobre todo el final fue un chasco para los fans del grupo, pero quiero pensar que tenían previsto tocar un bis con “Today” de por medio y no les dejaron por falta de tiempo. Aunque claro, sabiendo cómo es Billy Corgan nunca se sabe.
Por lo demás buen ambiente y buen entorno, como todos los años; espero que para el 2014 los de Last Tour International se organicen antes, que nosotros estaremos esperando a ver con qué nos sorprenden.