El SanSan regresó ayer a Benicàssim con su esperada edición de 2021, después de tres años de ausencia y una pandemia.
Lo ha hecho por todo lo alto, con un público entregado y una asistencia de 20.000 personas para su primera jornada, convirtiéndose en el primer festival que se celebra en condiciones de normalidad gracias al pasaporte COVID, certificado que se solicitaba para poder acceder al espacio de festivales de la localidad.
La jornada se ha desarrollado sin incidentes y, aunque ha llovido con intensidad en varios momentos del evento, ha podido disfrutarse de principio a fin. Los más de 20.000 asistentes registrados -y que repetirán en días sucesivos hasta la madrugada del domingo- han podido bailar y moverse con total libertad en el interior con la mascarilla puesta cuando no estaba garantizada la distancia de seguridad.
