Escuchar hablar a Niwja nimri es como comerse treinta tiramisus seguidos sin beber ni gota de agua. Carga, empalaga e indigesta a partes iguales, obviamente sus canciones también desprenden ese ároma pomposo desde siempre. Ahora vuelve con temas en castellano con lo que el pedanterio se hace o se hará cuanto menos más evidente, más palpable, más entendible.
Najwa nimri pertenece al selecto club de artistas multidisciplinares como la histérica Juliette Lewis, la arty Scarlett Johansson, la hijísima Charlotte Gainsbourg o la neumática Jennifer Lopez, a la Nimri hay que agradecerle al menos que no se haya asegurado el bullati. Como con los Piratas, Alaska o Vetusta Morla ( y últimamente Lori meyers, muy a mi pesar) sus discos no se sabe muy bien a qué tipo de paladares van dirigidos, por lo que las letras producen constantes contradicciones, a veces gustan otras sonrojan; algo así pasa con su nuevo single, que no sé que cara poner.
