Los hay que no requerimos de ninguna fecha especial o históricamente asociada al miedo para querer disfrutar de una buena película de terror. Cualquier noche es tan buena como cualquier otra para darnos ese gran gustazo masoquista que es quedarse pegados al televisor con media cabeza enterrada en la manta, prestos a taparnos los ojos justo antes de que tenga lugar esa terrorífica escena que se veía venir desde hacía varios planos atrás. Parece que Netflix sabe bien de nuestra predilección por el género, y por ello el presente año planea ser un auténtico paraíso a juzgar por las mejores películas de terror que Netflix ha estrenado (o estrenará) a lo largo de los próximos meses.
No se preocupen, porque somos conscientes de que el terror tiene muchas caras y Netflix parece estar al tanto; por ello, el gigante del streaming ha tenido a bien elegir muy bien sus mejores películas de terror, atendiendo a las diferentes peculiaridades y características que definen el género. Tanto si lo tuyo son los zombies, los fenómenos paranormales, los slashers más gamberros y brutales o el horror menos convencional, hay una película para ti entre las mejores películas de terror que Netflix estrenará en 2023. A continuación, quédate con nosotros y saca papel y lápiz para tomar nota de nuestra lista de las mejores películas de terror de Netflix en 2023.
Reconozcámoslo: en Asia, el terror, sabe diferente. A la cabeza se nos pueden venir bastantes títulos que así lo certifiquen, pero lo mejor es que esa factoría que durante décadas nos ha brindado tantos y tan buenos títulos al género, no ha dejado de rodar e incluso bien recientemente sigue sumando cintas que nos dejan helados en apenas segundos. Es el caso de Maleficio, dirigida por el cineasta taiwanés Kevin Ko en 2022, una cita ineludible con el horror más espeluznante y sobrecogedor gracias a esa suerte de formato de cámara en mano en el que ésta está rodada y con la que a través de la relación de sus personajes, exploraremos franjas no previstas que a más de uno le complicarán conciliar el sueño después de su visionado.
La terrorífica historia, basada en hechos reales, que Scott Derrickson llevó a la gran pantalla en 2005 es uno de los títulos más destacados del género que se encuentran actualmente disponibles en Netflix, y sorprendentemente volverá a helarnos la sangre tanto como ya lo hiciera quince años atrás. El relato de un controvertido exorcismo perpetrado por el padre Richard Moore (Tom Wilkinson) que llevó a la total locura (y posterior muerte) a una joven de 19 años (Jennifer Carpenter), ingresada y diagnosticada con epilepsia y psicosis, supone una enorme piedra de toque en la Iglesia Católica, la cual se vio obligada por primera vez a reconocer y tipificar oficialmente una posesión. Polémicas aparte, la cinta retrata con impacto las dos caras de la moneda, el juicio mediático que envolvió el caso y las terribles consecuencias que la joven Emily Rose soportó durante sus últimos años de vida.
Entre canciones de Héroes del Silencio vemos emerger el lánguido y extenuado rostro de la joven Verónica (Sandra Escacena), la protagonista de una historia basada en hechos reales que se asienta en el madrileño barrio de Vallecas, donde el genial Paco Plaza nos narra las terribles consecuencias que puede traer andar jugando a los espiritistas. Un cole de monjas, una familia desestructurada, y un tablero de Ouija en las manos de una niña necesitada de ayuda e inmersa en una década en la que las mentes más influenciables no volvían de según qué viajes.
El miedo puede adquirir muchas formas, o directamente puede ser algo que nuestros ojos no perciben, y por tanto, no sentirnos preparados para saber exactamente de qué debemos protegernos. Ésta es la premisa de la cinta que firma John Krasinski, quien dirige e interpreta al cabeza de esta familia envuelta en una suerte de pandemia silenciosa en la que cualquier ruido hará que lo que quiera que haya ahí fuera, te atrape.
En la última década, el nombre de Jordan Peele es sinónimo de salirse de la tangente del terror al uso. Así lo certifican cintas como Déjame Salir, probablemente su más ilustre y reveladora obra que situó las bases de un estilo cinematográfico muy particular y con unas señas identitarias muy concretas que definirían y marcarían el camino del director en adelante. Si conocer a tus suegros te pareció un trago áspero e intenso por el que pasar, espérate a conocer la historia del bueno de Chris (Daniel Kaluuya)…
Después del éxito de Déjame Salir, el genial cineasta Jordan Peele solo podía seguir creciendo exponencialmente hacia arriba, y así lo demostró un par de años después de la mano de Us, un relato oscuro y misterioso en el que Peele explora su lado más surrealista, presentándonos a la entrañable familia Wilson y sus no tan idílicas vacaciones en su segunda residencia en Santa Cruz. Lo que parecía una escapada de ensueño, termina convirtiéndose en una pesadilla para esta familia (capitaneada por la genial Lupita Nyong’o) luego de comenzar a ser acosados por cuatro individuos que actúan y lucen exactamente igual que ellos.
Quizás tras el reciente estreno de Llaman A La Puerta andes algo ávido de revisitar ciertos títulos del siempre genial M. Night Shyamalan; si es así, Netflix te lo pone fácil trayendo a su catálogo una de esas películas que no dejarán indiferente a nadie. Y es que si algo aprendimos con La Visita es que hasta una entrañable temporadita vacacional en casa de tus abuelos, vista desde el prisma de la mente responsable de títulos como El Sexto Sentido o El Bosque, puede volverse de lo más siniestra.
Después de haber firmado El Exorcismo de Emily Rose, no nos sorprende volver a ver a Scott Derrickson envuelto en un relato de posesiones infernales, esta vez encontrando la inspiración en la vida real de Ralph Sarchie, un policía de Nueva York (interpretado por Eric Bana) quien luego de dar con un sacerdote católico de lo más atípico (Edgar Ramírez) terminará envuelto en un caso paranormal que pondrá en peligro su vida y la de los suyos.
Con la saga de Paranormal Activity y Saw sobre los hombros de su reputación, James Wan abrió otro gran melón en el género dando paso a Insidious, la célebre cinta que consiguió cristalizarnos de pavor gracias a esa historia en la que una familia, formada por Josh (Patrick Wilson), su esposa Renai (Rose Byrne) y sus respectivos hijos, comienza a experimentar ciertos problemas con las inmediaciones de su nuevo hogar, trascendiendo de los archiconocidos arquetipos de una mera historia de casas embrujadas y obligándonos a que nunca más volvamos a ver los rincones de nuestra humilde morada de la misma forma.
Tomando como referencia de forma muy sui géneris la novela homónima de Max Brooks, Marc Foster nos invita a adentrarnos en esta actualización del clásico literario de la mano de caras tan relevantes como Brad Pitt, Mireille Enos o Matthew Fox y ser partícipes de una de las historias del género Z más famosas de la última década. Gerry Lane, antiguo trabajador de las Naciones Unidas, presencia cómo la sociedad se ve amenazada tras la aparición de una pandemia zombie que convierte a cada ser humano en una suerte de bestia que devora a sus iguales. A medida que los infectados toman el control de nuestra sociedad presente, Lane se verá obligado a volver a ejercer su peligrosa profesión con el fin de encontrar una solución que dé respuesta a la fuente de esta extraña epidemia y detener su incesante avance.
Si eres más de tirar de archivo, Netflix también tiene propuestas que ahondan con acierto en la raíz clásica del género con títulos inolvidables como la versión original y primigenia de Candyman, el ultra-referenciado título de Bernard Rose (¡y con BSO de Philip Glass). Poco más que añadir sobre esta archiconocida historia que dio de sí numerosas secuelas y remakes a posteriori y que nos adentra en la peligrosa psique del espíritu vengativo de un esclavo que fue mutilado por una chusma enloquecida que lo acusó de violar a una mujer blanca. Después de meterte en la piel de Helen Lyle (Virginia Madsen) no volverás a mirarte al espejo de la misma forma.
Antes de que el barrio de Malasaña se llenara de modernos, ya había otros fantasmas que aterrorizaban a sus vecinos (perdón, el chiste se hacía solo). Así lo retrata el cineasta Albert Pintó en este terrorífico y costumbrista relato que nos sitúa en los vestigios de la Madrid de finales de los 60s y de un terrible crimen que tuvo lugar en una vivienda ubicada en la misma dirección que da nombre a la cinta. Manolo (Iván Marcos) y Candela (Begoña Vargas) serán las víctimas de una no muy acertada compra inmobiliaria y de las consecuencias que conlleva elegir una vivienda equivocada y con un pasado oscuro y espantoso.
Muchos recordaremos con especial cariño el hype tan particular y único que el bueno de J.J. Abrams logró desarrollar con el tráiler de Monstruoso allá por 2008. El director pasaba por su época más dulce, con Lost en todo lo alto, y el cine de realidad aún se hallaba en pañales, presto a deslumbrarnos con su frescura. Cámara en mano, Abrams lográ hacernos sentir parte de esa fiesta de despedida entre amigos que acontece en una bohemia terraza neoyorquina y de los posteriores acontecimientos apocalípticos que sacuden la Gran Manzana, ofreciendo un giro total de lo esperado en un film de ciencia-ficción de la época y permitiendo al espectador que desarrolle un sinfín de teorías.
Antes de que Jaume Balagueró lo petase con la saga de [REC] o con la reciente Venus, el director catalán ya lograba desdibujar como nadie relatos macabros de auténtico horror; y no, no nos referimos a OT: La Película, sino más bien a su largometraje de debut, Los Sin Nombre. Una escabrosa historia en la que una mujer, cinco años después de haber perdido a su hija en unas espantosas y atroces circunstancias, recibe una siniestra llamada telefónica que lo cambiará todo: “Mamá, soy yo... Ven a buscarme”.
El peak de nuestro cine de zombies y probablemente uno de nuestros mejores títulos dentro del terror contemporáneo lo firmó, como no, esa maravillosa dupla protagonizada por Jaume Balagueró y Paco Plaza en 2007 de la mano de la primera parte de [REC]. Una ventana única al costumbrismo de barrio, reconvertido sin comerlo ni beberlo en el más sobrecogedor y terrorífico escenario de una suerte de apocalipsis zombie originado en las inmediaciones de un edificio residencial ubicado en la Rambla de Catalunya. Todavía, a día de hoy, nos genera ansiedad de recordar a Manuela Velasco adentrarse en la oscuridad de ese ático…
Hay pasados que se pueden enquistar de muy mala manera y si no, que se lo digan a Ma (Octavia Spencer), una mujer en sus tardíos cuarenta que todavía recuerda con pesar y angustia todo aquello que su entorno cercano le hizo pasar en la adolescencia. Por suerte para ella, Ma ha encontrado la forma de vengarse de forma retroactiva de los protagonistas y responsables de sus traumas: dar con sus hijos y convertirse en la peor pesadilla de estos.
Lo que a priori podría parecer una entrañable premisa en la que vemos a un videografo (Patrick Brice) ser contratado para filmar un día en la vida de Josef (Mark Duplass), con el fin de que su hijo no-nato pueda conocerle de mayor, antes de que éste fallezca de cáncer, se torna en una historia de lo más siniestra, turbia y desconcertante a medida que conocemos más sobre el particular responsable de este encargo. Un reparto de tan solo tres personas (y una de ellas es una mera voz en off) serán suficientes herramientas para mantenernos pegados a la pantalla y obligarnos a tener los ojos abiertos como platos.
Adolescentes, matanzas, gritos, campamentos, pasados que se repiten… No negaremos que R.L. Stine no se sepa de pé a pá el abc de los tópicos de la ficción de terror, y es que si algo es innegable es que después de haber sido el icono de toda una generación gracias a su saga Pesadillas, el maestro del terror de segunda (con cariño) ha vivido en sus carnes un reciente nuevo renacer de su narrativa gracias a la adaptación en formato trilogía de su saga de relatos La Calle del Terror, la cual, en manos de la joven cineasta Leigh Janiak, ha cobrado una nueva perspectiva y un alcance generacional distinto.
Un grupito de paletos de ciudad decide mostrar sus respetos (y sus chascarrillos más cosmopolitas) iniciando un viaje conjunto en las profundidades de la naturaleza más salvaje de los montes Cárpatos de Rumanía, en homenaje a su recientemente fallecido amigo (asesinado durante un atraco, escasos minutos antes de haber manifestado su sueño de hacer senderismo por allí). Lo que terminan encontrándose, por desgracia para ellos, no es precisamente un ambiente idílico del que terminar conservando un gran recuerdo.
De la mano de una fotografía exquisita y un, como de costumbre, soberbio Christian Bale, este thriller histórico dirigido por Scott Cooper (Corazón Rebelde) logrará mantenernos en tensión mientras descubre ante nosotros la intrahistoria del veterano detective Augustus Landor, quien pondrá al servicio de la comunidad sus dotes investigativas para saber más sobre una serie de asesinatos cometidos en West Point, contando, eso sí, con la ayuda de un joven cadete al que el mundo posteriormente conocería más y mejor como Edgar Allan Poe (Harry Melling).
Si lo que estás buscando es una de esas cintas palomiteras para amenizar un viernes noche entre pizzas y sustos facilones a lo Sé Lo Que Hicisteis El Último Verano, este denostado título que con el que Mark Tonderai firmó su debut cinematográfico en 2008 cumplirá a la perfección con tus expectativas. De repente, lo que parecía una cita llena de sorpresas termina convirtiéndose en un dilema moral espantoso que se llevará por delante tus expectativas de pasar una velada tranquila y sin sobresaltos…
Tocarle las narices al más allá no sale gratis, y esta madre de familia (Elizabeth Reaser), experta en timar incautos con sus juegos de ouija en los que además involucra a sus dos hijas, muy pronto lo comprobará. La joven Doris (Lulu Wilson), la pequeña de las dos hermanas que ayudan a la señora Zander en sus respectivas estafas, querrá llevar más lejos su participación en el “negocio familiar”, y será entonces cuando su contacto con el otro lado le lleve a desarrollar unas habilidades paranormales que escapen de lo explicable y comiencen a causar auténtico horror entre sus allegados.
Si existen o no los milagros, es una eterna duda a la que nadie podrá dar respuesta pronto; mientras, seguiremos transitando entre charlatanes que juegan con la fe, descreídos que ironizan con la posibilidad y las consecuencias fatídicas que tiene contactar con quien no debemos. Producida por Sam Raimi y protagonizada por Jeffrey Dean Morgan (The Walking Dead), Ruega Por Nosotros se adentra en la mirada más fundamentalista de la religión y nos señala la línea perpendicular que enlaza la luz y las sombras, curiosamente, más próximas entre sí de lo que cabría esperar.
Nos remontamos varias décadas atrás para dar con un clásico olvidado del género, con nada menos que una jovencísima Demi Moore como protagonista de uno de esos films que aúnan el terror convencional y lo sobrenatural a la perfección. La Séptima Profecía nos cuenta la historia de Abby Quinn, una joven norteamericana que comienza a trazar curiosos paralelismos entre su reciente embarazo y su presente existencia con una serie de fenómenos inexplicables que están sucediendo a lo largo y ancho del globo, y que según parecen apuntar las circunstancias, podrían estar relacionados con el Día del Juicio Final.
Repleta de alegorías que eluden directamente al capitalismo más voraz y agresivo que designa a ésta, nuestra egoísta sociedad, esta célebre cinta firmada por Galder Gaztelu-Urrutia nos sitúa en un espeluznante y distópico escenario en el que, hasta encarcelados, existen seres humanos de primera, segunda y tercera clase. Intérpretes de la talla de Iván Massagué, Antonia San Juan, Zorion Eguileor, Emilio Buale o Alexandra Masangkay hacen en el resto en un trama distópica y asfixiante que no por típica dejará de helarnos la sangre.