Bueno, bueno, bueno... Otro año más, amigos. Otro año más de buena música, ¿no? Y es que, pase lo que pase, cada año siempre hay un buen número de discos que nos alegran el alma, el corazón y los oídos.
Dejando a un lado el romanticismo, nos metemos con las ya clásicas listas de los mejores discos del año. En esta ocasión, recopilamos los mejores discos internacionales de 2017, con un primer puesto cedido al bueno de Mac DeMarco y su trabajo This Old Dog.
Y es que, además de ser uno de los músicos más entrañables y abrazables de los últimos tiempos, uno de esas personas a la que invitarías tranquilamente a tomar un café a tu casa, el canadiense ofreció en el Primavera Sound uno de los directos más divertidos y salvajes que recordamos en los últimos años. En cualquier caso, obviando el lado más personal de este gran músico, Mac DeMarco consigue lo que pocos a través de sus canciones: unas melodías perfectas encapsuladas en eso que llaman lo-fi (o lo que sea), haciendo suya la típica frase de 'menos es más'.
This Old Dog suena más refinado que sus dos anteriores trabajos, pero continúa guardando la esencia de este gran personaje llamado Mac DeMarco, donde ni el mismo se toma en serio su obra. Y si todavía no habéis escuchado el disco, yo sigo con la melodía de Still Beating grabada a fuego en mi cabeza. ¿A qué esperáis?
No obstante, dejando a un lado este pequeño homenaje al amigo Mac, os dejamos con la lista completo de los mejores discos internacionales de 2017. 50 discos como 50 soles, todos ellos complicados de ordenar en una lista.
En cualquier caso, reseñables los discos de otras bandas con solera como Slowdive o Queens Of The Stone Age, además de los debut de Cigarettes After Sex o Gordi, entre otros.
y the flaming lips oczy mlody?
vaya textito, chavales, y eso que solo habéis escrito 1 de 50... hasta una inteligencia artificial escribiría mejor
Hola Alfredo! Gracias por tu comentario! ¿Qué le pasa al texto concretamente?
gracias!
¿Que qué le pasa? Pues que básicamente contiene tópicos manidísimos (“Otro año más de buena música”, “discos que nos alegran el alma”, “50 discos como 50 soles”), chascarrillos insufribles ("¿A qué esperais?”), lugares comunes (“suena más refinado pero guardando la esencia”), faltas (“él” sin acento, “uno de esas personas”)… Venga ya. Eso por no decir que ni siquiera habéis entendido el disco: precisamente ahora DeMarco se toma más en serio que nunca. Pero vaya, vosotros a lo vuestro.