Tercera Jornada, Viernes, 05 / 03 / 2010
Otra vez tengo que hablar de justicia o de injusticia en este caso. El magistral concierto que nos ofreció Bigott se vio ensobrecido y malignamente maltratado primero por el horario, segundo por la poca asistencia y tercero porque la poca asistencia no paraba de cacarear, pero centrémonos en lo que importa, yo he venido aquí ha hablar de mi bigott.
Ajeno al alboroto que se vivía en la pista y sin una sola queja al respecto, como hacen los grandes, el zaragozano repasó temas de su corta pero intensa discografia demostrando el gran abanico de posibilidades con las que cuenta su música; que más quisiera la mayoría de lo grupos de hipotético rock salvaje sonar con la potencia con la que Bigott toca su erroneamente catalogado folk. Sonaron temas pertenecientes a su ultimo disco fin, como Algora Campeón (emotivo homenaje a Sergio Algora, probablemente nuestro mayor referente) o la deliciosa Marietta Miculetta, del disco What a lovely day today.
Bigott además se permitió echarse unos bailes con su peculiar estilo, cosa que animó mucho al sector femenino y provocó una sonrisa cómplice en el masculino.
El zaragozano estuvo secundado en todo momento por una banda experimentada, entre ellos el omnipresente y magnífico Paco Loco, responsable de que la mayoría de grupos nacionales suenen a gloria. También, porqué no decirlo, acompañaban y daban color y frescura dos chicas guapas que hicieron las delicias del personal con sus coros y sus respectivas tareas a los teclados y al bajo, a parte del divertido ukelele y el comedido pero correcto batería.
Un esperado concierto después de varios intentos fallidos, que hizo que sus seguidores nos fuéramos contentos, el resto de la noche es otro cantar.