Para los que no pudimos disfrutar de los directos de El Hombre Burbuja, las nuevas canciones de Julio de la Rosa nos saben a manjar de reyes (mugre). El sábado tuvimos la oportunidad de saborearlas en su nueva gira y francamente no defraudaron.
Nos citamos con el artista gaditano a las 10 de la noche en un pequeño teatro de Cornellà, digo nos citamos porque el limitado aforo en dicho emplazamiento genera siempre un ambiente íntimo, casi de velada entre amigos. Aún así el teatro a duras penas llegaba a la media entrada, cosa extraña teniendo en cuenta la trayectoria de de la Rosa y su renovado y enérgico nuevo disco. Cómo ciudadano y vecino del Baix Llobregat pongo siempre especial énfasis en remarcar la asistencia de los conciertos a los que asisto en dicha zona, me preocupa que nos quejemos de la falta de propuestas de este tipo y cuando se nos brindan pasemos olímpicamente.
También es posible que no se le haya promocionado como es debido, si esto es así, no sé a quién culpar, ya que de la Rosa debería estar agotando localidades por dónde pasa.
En todo caso este pequeño handicap no empañó ni mucho menos una actuación memorable que alcanzó altas cotas de intensidad y que hizo que los allí congregados nos fuéramos a casa con la sensación de haber vivido algo único y con ganas, muchas ganas de más. Los aplausos finales debieron rozar el límite de decibelios permitidos.
De la rosa salió a escena con la banda que le acompaña durante la gira, de formación clásica, compuesta por batería (diría que antes tocaba con Nudozurdo), bajo y segunda guitarra. Durante la presentación de los miembros aclaró que eran también los componentes de Havalina, que sacan disco próximamente.
Después de dar las buenas noches cordialmente se sucedieron una retahíla de nuevas canciones correspondientes a La herida universal, su último trabajo publicado por Ernie producciones. Por este orden sonaron, uno, tan amigos y entre semana. Las camareras, track 3 y una de las más bailábles, la reservó para el apoteósico final. El grueso del generoso tracklist que escuchamos a lo largo de la noche estaba compuesto en gran medida por los temas la hérida universal, sin embargo también repasaron algunas canciones de El espectador (2008) y de las leyes del equilibrio (2006). Además para acabar de conquistarnos y caer sin remedio rendidos a sus pies se atrevieron con tres trallazos de el Hombre Burbuja, la esquizofrénica Kill the mosquito y las punkys Porqué no folláis y Rey Mugre.
La banda sonó en todo momento compacta y segura, acertando con los tiempos y ritmos de todas las melodías y generando un sin fin de capas y matices, además se permitieron en ciertos compases de la noche pequeños brotes acústicos que recordaban premeditadamente a la exquisita psicodelia eléctrica de La Paz Está en las Matemáticas (Everlasting / RFTOS, 2002). La voz de Julio cómo siempre fuerte y adaptable a cualquier terreno. A destacar su absoluta profesionalidad y entrega que hizo que la platea vibrara y se entregara en cada tema.
Una gran noche que espero se repita en breve. No sé quién se ocupa del calendario de su gira pero si Julio de la Rosa no copa los carteles de los principales festivales veraniegos me corto la tija. Consulten la prensa.