dod letter

Entrevista a Bethany Cosentino: "Tuve la oportunidad de ver en la muerte la ocasión de redefinir la vida"

[kkstarratings]

Bethany Cosentino (2023)

Tras el parón indefinido de Best Coast, su banda madre y proyecto a pachas junto al guitarrista Bobb Bruno, la artista norteamericana Bethany Cosentino despertó nuestra expectación anunciando su debut en solitario la pasada primavera, proyectando éste como una evolución natural de su propuesta original y como un catálogo de todo lo que representa y acarrea madurar siendo millennial.

Natural Disaster (Concord Records, 2023) rompe con la dinámica nihilista, irónica, despreocupada y osada de las intervenciones pretéritas de Cosentino y nos presenta el testimonio de alguien vulnerable y honesto que definitivamente ha dejado atrás sus años de rabia adolescente. Con una voz que evoca un atípico silo de positivismo en su registro, la cantante responde a nuestra llamada desde su residencia en California para contarnos todo sobre su aventura en solitario, recordar a Snacks y contagiarnos de su renovado optimismo.

Entrevista a Bethany Cosentino

 

¿Por qué este momento y no otro para lanzarte a la aventura en solitario, Beth?

Bueno, digamos que en su momento no sentí que era necesario dar este paso. Pasé mucho tiempo creyendo que Best Coast era el único sitio en el que quería estar y el único sitio donde podía expresarme. Ya sabes, no necesitaba mucho más que estar haciendo música con un colega, y ya está. Entonces, la pandemia tuvo lugar y ello puso en duda mi identidad, mis anhelos y mis objetivos. Digamos que trajo consigo preguntas sobre mi personalidad y sobre qué clase de cosas necesitaba que hasta entonces no me había planteado.

¿Y cómo encaras este reto? Algo me dice que no de la misma forma a cómo si éste fuera un disco más de Best Coast, ¿verdad?

Ahora mismo me siento súper relajada y tranquila, la verdad. Recuerdo que cuando solía sacar música en el pasado todo estaba envuelto por un halo de expectativas y de nerviosismo muy grande, pensando continuamente en qué vendrá después o en la aprobación externa del público. En esta ocasión, simplemente siento que me he liberado por completo de ese tipo de ansiedades. No sé si es porque soy más mayor, porque he trabajado a conciencia en mi autoestima, o porque tenía tantas ganas de que la gente conociera y escuchase este álbum, pero ahora mismo poco o nada me importa lo que venga después. Mucha gente me pregunta si se siente intimidante enfrentarme a esto por mí misma por primera vez y siempre les respondo que esto está siendo de todo menos intimidante. Sencillamente, se siente súper natural ser yo misma.

La verdad es que a todos nos pilló por sorpresa el anuncio de tu aventura en solitario, pero algo me dice que la idea llevaba meditándose ya bastante tiempo, ¿verdad?

Sí, la idea empezó a tomar forma a mediados de 2020, como casi entrado el verano, cuando todos nuestros conciertos con Best Coast fueron cancelados por la pandemia. De repente, tuve serias dudas sobre si iba a ser posible para mí volver a hacer música o seguir dedicándome a esto. Incluso pasaron por mi cabeza diferentes escenarios sobre qué debería hacer en el futuro, como volver a estudiar, y cosas por el estilo.

Sí, creo que fueron días en los que todos nos replanteamos nuestra vida de pies a cabeza.

¿Verdad? En ese momento de confusión a algunas personas les dio por ponerse en forma y a otras por hacer pan en casa. Fueron días muy extraños [risas]. A mí me dio por pensar en que tal vez era una buena oportunidad hacer música que sonara distinta a la que habitualmente hacía y darle rienda suelta a ciertos aspectos de mi registro que no había trabajado en profundidad anteriormente, así que tuve la oportunidad de hacer algunas canciones con Carlos de la Garza, que es el productor del último disco de Best Coast y un muy buen amigo mío. Sin embargo, éstas no terminaban de sonar del todo como yo quería, seguían siendo muy del estilo de Best Coast y como te decía, quería encontrar algo que sonara paralelamente distinto a aquello que ya había entregado en anteriores ocasiones.

Y ahí creo que fue cuando apareció la figura de Butch Walker.

Exacto. Realmente conocí a Butch en 2013 porque en su día quiso producir un disco de Best Coast. Por diferentes razones aquello no terminó funcionando, pero recordé que el tipo había vivido en Nashville y tenía un enorme bagaje en cultura americana y música country, así que contacté con él después de tantos años, le propuse mi idea, le envié algunas maquetas y los referentes que me gustaría que envolvieran mi trabajo y terminé encontrándome con él en su estudio de Santa Mónica. Recuerdo que el primer día grabamos la primera versión de ‘It’s Fine’ y quedé tan satisfecha con el resultado que es prácticamente la misma versión que terminó incluida en el álbum final. Fue entonces cuando supe que había dado con el productor adecuado para dar forma a este proyecto.

¿No te preocupó en algún momento estar haciendo algo que no le cuadrara demasiado a los fans de Best Coast de toda la vida?

De hecho, la intención con este disco fue hacer algo que en todo momento sonara completamente distinto a lo que ya habíamos presentado con Best Coast. De ahí que en cada sesión en el estudio con Butch tratáramos de ir un poco más lejos, siempre con el objetivo de lograr que éste no terminase pareciendo un disco más de Best Coast.

¿Hay aquí, quizás, una cierta intención por tu parte de reivindicar un género tan denostado como el country?

Creo que la razón por la que mi música actual gravita en torno al country o al estilo Americana es porque en este tipo de géneros te puedes encontrar a artistas contando historias de verdad. El storytelling de este género me parece simplemente único. Cuando pienso en country, pienso en gente contando historias de una forma poética y de una manera con la que el oyente se puede sentir fácilmente identificado. No me pasa lo mismo con el pop, donde el significado de las canciones es siempre muy ambiguo, por ejemplo, Por otra parte, y esto es más personal, quería trabajar sobre un estilo que me permitiera poner a prueba mi voz y sacar a flote mis capacidades como cantante. En Best Coast recuerdo que trabajábamos un estilo que me limitaba mucho en ese sentido, con efectos y cosas que enmascaraban mucho mi voz. No porque nadie me lo exigiera, más que yo misma, simplemente porque era lo que el cuerpo me pedía hacer en ese momento, del mismo modo que ahora busco dar rienda suelta a otros registros que potencien las distintas facetas de mi voz. Es un estilo que además me ha permitido aunar mis referencias favoritas de los 60s y los 70s, y a su vez de los 90s, así que lo estoy sintiendo como una vuelta a casa muy especial.

Entre las historias que cuentas, me consta que el cambio climática y la crisis medioambiental también tienen un papel importante.

Bueno, ya sabes, vivir en California es sinónimo de tener que estar preparado para que suceda una catástrofe medioambiental en cualquier momento. La población de esta ciudad está del todo acostumbrada a lidiar con incendios forestales de magnitudes enormes, y mucho más desde que el clima es cada vez más árido y cálido. Simplemente, sabes que tienes que estar preparado para afrontar un fuego descontrolado en algún momento. Esos sí que son nuestros ‘natural disasters’, desgraciadamente. Así que teniendo en cuenta que mi álbum se comenzó a gestar en un ambiente de mucha controversia social y política, donde se dieron conflictos muy serios en mi país relacionados con la crisis medioambiental, la toma de derechos de las mujeres y de las personas racializadas, y en general, por un ambiente muy convulso de desesperación y de falta de esperanza, es indudable que esto marcó de alguna forma el pistoletazo de salida del proceso de composición de mi nueva música. Sin embargo, ponerme más a la obra con este disco fue mi particular método de parar en seco todos los malos pensamientos que la realidad presente me planteaba y obligarme a mí misma a crear algo que me permitiera navegar a través del caos existente. No quería parecer naíf y combatir los tiempos oscuros que estábamos viviendo con una actitud positiva irritante y falseada, pero sí que traté de hacer posible que la gente viera lo que estaba pasando con otros ojos e intentar que vivan cada día como si fuera el último, porque por desgracia, tal y como la vida actual avanza, realmente parece que cada día que vivimos vaya a ser el último.

Volviendo al disco, me consta que ‘Natural Disaster’ ha recibido ya sus primeras críticas, muchas de ellas muy buenas, y otras en las que hemos visto ataques gratuitos muy injustos y hasta desagradables. Por supuesto, hablo de Pitchfork.

Mira, con este álbum estoy intentando no sentirme demasiado vinculada a ningún tipo de crítica que se haga porque he puesto tanta energía personal en él, que simplemente lo adoro. Es el tipo de álbum que si no hubiera compuesto yo y me topara un día con él por casualidad, también me encantaría, ¿sabes? Y personalmente, como cantautora no tengo el objetivo final de elaborar nada que sea exageradamente profundo ni metafórico. No son la clase de canciones que compongo ni las que nunca compondré, y lo que más me descoloca de la crítica de Pitchfork es lo mismo con lo que he estado lidiando durante mucho tiempo, y es que tienden a ir a por mí con argumentos del tipo “las letras de mis canciones son demasiado vagas o primarias”. ¿Perdona? ¿Le echamos un vistazo a las letras de los grandes músicos de la historia? Nadie en su sano juicio atacaría a los Beatles o los consideraría unos malos compositores por letras como “money can't buy me love” o “love me do”, o a Tom Petty por decir cosas tan simples como ”you belong among the flowers”. Siempre se ha dicho de mí que no soy lo suficientemente profunda, y tal vez sea cierto, -aunque personalmente, creo que en este disco me pongo bastante profunda, pero es que mi estilo nunca ha sido el de hacer canciones que sean excesivamente farragosas de entender o provoquen confusión en el oyente y éste no sepa ni a qué me estoy refiriendo. Me gusta ser directa en aquello que escribo.

Bueno, ya lo dice tu canción: “I am evolved / you've stayed the same”. El que quiera, que se lo aplique.

Qué curioso que saques precisamente esa canción, porque está inspirada en algo que leí en Internet y que me puso tremendamente furiosa. No sé, en cuanto a lo de Pitchfork, simplemente me lo tomé a risa. Sobre todo por el hecho de que la crítica giraba en torno a mi simpleza en las letras y a mis errores gramaticales en éstas, y la persona responsable del artículo ni siquiera escribió mi nombre correctamente en éste [risa]. De verdad, era imposible que me pudiera tomar a malas esto, no me importa lo más mínimo. Quizás en el pasado mi reacción hubiera sido más inmadura o habría estado más a la defensiva, pero mi intención al sacarlo en redes fue la de demostrar lo irónico que era un ataque contra mi disco, a través de argumentos que se sienten completamente absurdos.

Entre los múltiples cambios que van desde la Bethany que conocimos en Best Coast y la Bethany que conocemos ahora en solitario, hay uno en concreto que lamento profundamente y aprovecho desde aquí para mandarte mis condolencias tardías. Efectivamente, me estoy refiriendo a la pérdida de tu gato, Snacks.

Oh, muchas gracias por tus palabras. ¿Sabes? Aunque no hable de él directamente en el disco, creo que el hecho de que éste gire en torno a la búsqueda de amor, fe, esperanza y magia es un claro guiño a la forma en la que tuve de lidiar con su pérdida. Adopté a Snacks cuando tenía 22 años, y obviamente fue una parte fundamental en el comienzo de Best Coast, hasta el punto en el que realmente lo considerábamos un tercer miembro de la banda, así que perderle fue como perder a un familiar o incluso una parte de mí. Fue muy duro, especialmente en los últimos años de su vida en los que él pasó largas temporadas estando enfermo y yo tenía que sacrificar otros compromisos para cuidar de él. Su estado de salud no le permitía estar en manos de otros cuidadores que no fuesen su propia dueña y eso afectó a las giras y demás. La pandemia, a su manera, me permitió entender que él no iba a estar conmigo por mucho más tiempo, y en cierto modo se sintió como un particular regalo donde pudimos estar juntos a lo largo de sus últimos años de vida. Poco después de perderle a él, también falleció mi abuela así que fue un periodo en el que aprendí mucho sobre la vida y la muerte y obtuve lecciones muy directas sobre cómo debemos gestionar nuestros días a fin de aprovecharlos al máximo, especialmente en lo que envuelve a la toma de decisiones y a hacer cosas que nunca antes nos habíamos planteado hacer, lo cual supuso para mí el fuel necesario para llevar a cabo este disco. Tuve la oportunidad de ver en la pérdida la ocasión de redefinir la vida.

MÚSICA RELACIONADA

chevron-uptwitterfacebookwhatsapp linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram