Redacción: Fran González
En el frío, el ruido, la modernidad y los parkings encuentran su entorno natural. En el frenetismo, el dolor, la euforia, la ansiedad, la rabia y la belleza, su sonido. No son unos recién llegados, aunque como bien nos apunta el propio trío madrileño, es ahora cuando han empezado a sobresalir y a ganarse la atención y el reconocimiento que desde 2015 llevan reclamando. VVV [Trippin'you] nació desde la individualidad de uno de sus miembros, Adrián Bremmer (actual voz del grupo), quien pasó de subir a Bandcamp una canción dedicada al Leeds United a terminar liderando una de las bandas de culto con más proyección dentro del panorama underground actual.
Tras diversos periplos tratando de encontrar su sonido y su voz, a Adri se le sumaron Elianor Almenara al teclado, la guitarra y los coros y Salvador Urbaneja al bajo, conformando el colectivo sobre el que a día de hoy reconocemos una valía incipiente desde esa habilidad única para llevarnos a dispares escenas que navegan entre frías e interminables noches, transitadas por efímeras y estrambóticas figuras. Afincados en Madrid, trabajan de Lunes a Viernes en lo que buenamente pueden, contando las horas y deseosos de que llegue el fin de semana, unos días en los que según el propio grupo, últimamente no parece faltarles una cita con los escenarios. Recientemente acaban de estrenar su nuevo single, Monstruo, que junto a Odiar Frontal comprende la antesala del que será su inminente tercer LP, Turboviolencia (Helsinkipro, 2021), que verá la luz el próximo 5 de noviembre. Pero para conocer mucho más a fondo este fenómeno y su reciente repercusión, tenemos que remontarnos unos cuantos años atrás, y que sean los propios miembros de este singular proyecto quienes nos cuenten todo sobre él.
Adri: Podría ser. Ganamos el concurso de maquetas del Autoplacer en 2017 y gracias a eso pudimos sacar L’ennui en vinilo. Empezamos montando nuestros propios bolos, sin ganar absolutamente nada de pasta, tocando en autogestionadas, durmiendo en sofás… Bueno, y aún nos quedará algún sofá en el que dormir. Y bien a gusto.”
Adri: Sí, yo escribo letras desde hará 16-17 años y compongo música desde hará 12-13 para diversos proyectos. Con VVV empecé yo solo hace 6-7 años y el hecho de profesionalizar este proyecto es algo que se ha dado de forma natural y progresiva. Aunque, por desgracia, no es nuestra única profesión de momento.
Eli: Por mi parte, yo también componía ya desde los 18-19 años, sobre todo letras en inglés y con melodías más bien ñoñas. Profesionalizar esto siempre fue un sueño absurdo y descartado, aunque parece que se está dando por inercia con VVV. Hace dos años ni me hubiera planteado poder vivir de esto y aún me cuesta creer que lo consigamos del todo algún día.
Salvi: A mí, en cambio, me vino sin querer. Me juntaba mucho con un amigo en su local de ensayo, que él sí tocaba en bandas. De ir haciendo el tonto y tal, acabé un día comprándome un bajo de segunda mano para tocar con él en un grupo que acababa de crear. Nunca fue algo que yo buscase intencionadamente, no porque no quisiera, sino porque lo veía algo imposible.
Adri: Mi padre siempre ha tenido inquietudes musicales, pero sólo como público. Me enseñó muchos proyectos y muy variados, pero tampoco ha sido algo que se me haya enseñado en casa, todo lo que sé lo he aprendido de forma autodidacta y sin ningún referente familiar o cercano.
Eli: Por mi parte sí, muchísimo. Casi toda mi familia paterna es peña muy musical, pero de parrandas y folklore, más que otra cosa. Mi padre toca la guitarra todos los días religiosamente para desconectar y crecí escuchando vinilos de Pink Floyd y esas movidas que le gustan a los padres. Y claro, desde que aprendí a caminar me llevaban a clases extraescolares de música. Luego entré en la escuela pública de música de mi ciudad (en La Palma, y luego Tenerife), donde estudié desde los 8 a los 15 años más o menos, cuando me empecé a interesar por otras movidas y le robé la guitarra eléctrica a mi padre para aprender a tocar versiones viendo videos de YouTube.
Salvi: Yo también. Incluso a día de hoy, mi hermano mayor me sigue enseñando un montón de música. Y mis padres me ponían un montón de discos de trip hop cada vez que viajábamos en coche cuando era pequeño.
Eli: Adri y yo ya éramos colegas de antes, y yo era fan absoluta de VVV desde el minuto uno del proyecto. Después de varios cambios en la formación, como a principios de 2018, me propuso que entrara en el grupo, porque estaban grabando “L’ennui” y quería meter unas líneas de guitarra en unos temas, y hasta ahora. Con Salvi, en cambio coincidimos más tarde. Su anterior compañera de piso nos hizo una sesión de fotos. Después nos volvimos a ver durante la grabación de los directos de Fazeta, en los que también participaba con su banda Dharmacide y ya nos hicimos muy colegas.
Salvi: Así es, les conocí en un ambiente totalmente distinto al de un conci, y tampoco fue algo buscado. Un día aparecieron en mi barrio y eran igual de majos que buenos haciendo música.
Adri: Bueno, nos inventamos la etiqueta de neo-bakala por ponerle a nuestra música una seña que no existiese y que estuviese relacionada con algo que nos gustase y que guardase cierta relación con nuestra música, sin ser desde luego algo definitorio.
Adri: Siempre hay artistas que son referentes, aunque en cada entrevista cito a peña distinta. Fasenuova, TR/ST, Skream, Vicente One More Time, Xenia…
Adri: Las historias son las movidas que me suceden, que pienso, mi forma de interactuar con la sociedad. Respecto a lo del frío y demás, te contaré que con los colegas nos pasamos varios años de nuestra vida reuniéndonos debajo de un andamio cerca de un garito al que no entrábamos porque dentro la bebida era cara y daba grimita, resguardándonos de la lluvia si había y echando unas latas, o también en el garaje donde tenían los colegas de Móstoles el coche, poniendo brostep chungo, lejos de la intemperie. Supongo que cosas de la vida.
Eli: Estamos con ellos por Xulian, que trabajaba allí en su momento y le vendió la moto tanto a los jefes como a nosotros para fichar. Ahora ya no está con Helsinki, pero sigue siendo nuestro manager y director artístico porque es un colgado maravilloso. También de la agencia teníamos la referencia de nuestro amigo Javi (One Path) que lleva muchos años con ellos y estaba bastante contento. No sé, la vida.
Adri: Nos ayudan con todas esas movidas que no tienen tanto que ver con la música y de las que no sabemos mucho. Ya sabes, los típicos asuntos que nos resultan tediosos, y eso se agradece.
Adri: A mí me resulta normal y natural, es algo muy hecho en la electrónica en general y es bonito ver la visión de artistas que te flipan sobre tu música. Desde luego, el disco mola muchísimo.
Adri: Por lo general, nuestra idea del directo es llevar las canciones grabadas a otro punto mucho más fiestero, más basado en un set de electrónica que en un concierto normal, donde apenas haya pausa para aplaudir. Pero esto es cambiante, es raro que hagamos varios conciertos iguales, cambiamos mucho los sets de una ciudad a otra.
Adri: El Tónal fue una fantasía. La organización y el público estuvieron de diez. Más allá de lo que ha sido recuperar viejas sensaciones, quizá haya sido hasta más impactante que un concierto de pre-pandemia debido a la cantidad de gente que había coreando nuestras canciones fuera de nuestra ciudad.
Salvi: Fue una pasada, especialmente gracias a que vino Miguel Grimaldo a hacernos el sonido, y con él a los mandos cualquier concierto sube varios puntos de nivel.
Simplemente @trippinyouvvv pic.twitter.com/xdcakINuAx
— Jc (@Diletonteando) October 17, 2021
Adri: Así es, nos quedan dos conciertos para cerrar la gira de “Escama”, que tendrán lugar en Valencia el 6 de noviembre junto a Depresión Sonora, en la Spook, y en el MIRA Festival el 13 de noviembre, siendo este último un set especial, a medio camino entre las dos giras, con visuales de Chrome.XYZ.