Redacción: Fran González
Clemens Rehbein y Philipp Dausch tienen algo entre manos. A principios de verano el dúo alemán dio sus primeras señales de vida tras la truncada gira de su último álbum de estudio, “Mind The Moon” (Muggelig Records, 2019) a raíz de la reciente crisis sanitaria. Su forma de recordarnos que seguían al pie del cañón fue con un nuevo y pegadizo hit que nos trajo de vuelta la energía y el ímpetu de los Milky Chance que conocimos por primera vez en un ya lejano 2013. Con ‘Colorado’ no solo recuperaron su lado más artesanal y característico, sino también hicieron saltar todas las alarmas sobre cualquier posible nuevo trabajo de larga duración por parte la banda.
Por lo pronto, Rehbein y Dausch están disfrutando de las mieles de su reciente y exitoso single, el cual parece haber cautivado al respetable considerablemente. Más de seis millones de reproducciones en Spotify avalan esta puntualización. Y es que el dúo de Kassel está ya curtido en lo que a rompepistas repletos de buenas vibraciones se refiere. La ya remota sombra de aquel ‘Stolen Dance’ solo fue la punta de un iceberg que poco a poco fuimos descubriendo de la mano de esta dupla sin par. Ocho años y tres discos después, Clemens Rehbein nos cuenta cuáles serán sus próximos proyectos a corto plazo, sin apartar la mirada de lo que ha significado para la banda esta década a título personal y profesional.
La verdad es que estamos muy contentos con el resultado y con la acogida, no nos podemos quejar en absoluto. Fue muy emocionante volver al estudio después de tanto tiempo sin componer nada nuevo y ver ahora la respuesta por parte de la gente en las plataformas de streaming o ver que la pinchan en la radio nos hace increíblemente felices. Veremos a ver a dónde nos lleva esto…
Pues un poco de las dos, a decir verdad. Al principio fue en plan “oye, volvamos al estudio a componer, y cuando salga algo que nos mole de verdad, lo sacamos”. Ya sabes, sin presiones. Y así fue como salió ‘Colorado’. Pero después empezamos a sentirnos realmente satisfechos con todo lo que estábamos tocando, así que continuamos escribiendo. Y acabaron saliendo como diez canciones más. Así que sí, es muy probable que para el año que viene haya nuevo disco... ¿Sabes? Es una putada realmente, porque teníamos “Mind The Moon” prácticamente recién estrenado cuando sucedió la pandemia, y no ha tenido apenas recorrido en los escenario. Y ahora que las giras están volviendo a arrancar, se nos hace algo extraño llevar ese álbum como único reclamo. Sentimos que queda ya muy lejano. Así que con el objetivo de recordarle al mundo que seguimos ahí creemos que lo más inteligente es lanzar música nueva en los próximos meses.
Ha habido cosas positivas y otras no tanto. Las positivas son simples: no teníamos presiones de ningún tipo, ni horarios, ni fechas de entrega… Componíamos desde una libertad absoluta y nos sentíamos increíblemente relajados y en sintonía con nuestro trabajo. Pero por otro lado, dado que el mundo había echado el freno, no había literalmente nada de lo que hablar en nuestras canciones. No sucedía nada a nuestro alrededor. Teníamos que hacer esfuerzos mucho más grandes que nunca para encontrar la inspiración y los temas sobre los que escribir y componer. Ahora que todo parece estar volviendo a la vida, esperemos poder encontrar de nuevo también la inspiración.
Volviendo a ‘Colorado’, en ella tratáis el tema de las rupturas sentimentales con un aire un poco informal y pícaro, pero me gustaría saber, ¿cómo soléis lidiar con las rupturas?
Ahora mismo puedo decir que en general somos bastante optimistas y realistas con respecto a cómo encaramos el futuro y este tipo de situaciones. Pero debo confesar que en el pasado, a título personal, sí que solía ser un tanto auto-destructivo. Y ya sabes, hay ciertas ocasiones en las que esas emociones se triplican y salen a la superficie. Nada bueno sale de ahí nunca. Si te fijas en la música que hemos hecho hasta ahora, pese a que intentamos que sea alegre y animada, siempre podrás encontrar ese puntito de melancolía que sin duda sale de algún rincón de nuestro interior.
Desde luego, muchísimo. Una de las cosas más interesantes que he aprendido sobre relaciones es el intentar amarme a mí mismo y aceptar mi personalidad con todas sus facetas y detalles. Si alcanzas ese estado, te das cuenta de que puedes avanzar y continuar con tu vida sin necesitar a nadie más. Obviamente, no de manera literal, ya que somos seres sociales que inevitablemente necesitamos compañía, pero ya sabes a lo que me refiero. Tendemos a creer que sin una pareja viviremos incompletos de por vida, y eso es un grave error.
Algo así. La idea para la canción era hablar de emociones, pero desde nuestro estilo, es decir, sin tomarnos demasiado en serio a nosotros mismos. De ahí ese ritmo divertido y pegadizo de “I get high like Colorado / we had it all but what do I know.” Pero sin duda, el título de la canción no es casualidad. Si no me equivoco, Colorado fue el primer estado en legalizar la hierba y actualmente no hay muchos más que hayan seguido su ejemplo. Nos gusta creer que en la sociedad hay cada vez más avances en cuando a la integración y la normalización de su uso. Por ejemplo, ahora hay muchos productos que utilizan factores del cannabis para uso farmacéutico, y sería genial que los tabúes y los prejuicios cayeran para que se investigase más a fondo sobre las posibilidades terapéuticas que la hierba tiene. Creo que podría ayudar a muchísima gente que sufre ansiedad o patologías similares.
Creo que la legalización de la hierba sería lo más lógico, si te soy sincero. En mi opinión, habría que dejar de demonizarla y enseñar más sobre ella. Definitivamente, nos haría ver este tipo de cosas de otra manera. Tal y como yo lo veo, creo que hasta ayudaría a prevenir su mal uso. A menudo vemos a chavales de muy corta edad utilizando la hierba para escapar de sus realidades y sus problemas, y para sorpresa de nadie, los problemas siguen estando ahí a la mañana siguiente y probablemente esa manera de ahuyentar su mierda la haya atraído aún más. Necesitamos mucha pedagogía al respecto.
Realmente, no hay criterios específicos, más allá del hecho de conocer a los artistas y gustarnos lo que hacen. Suena a obviedad, pero así es. Un rasgo común en casi todas nuestras colaboraciones es el hecho de haber coincidido previamente en algún festival o evento con ellos, y haber desarrollado cierta conexión entre todos. Nos pasó con Tash Sultana y Jack Johnson, por ejemplo. Que sea así y no de otra manera permite que nuestro trabajo conjunto sea fluido y natural, desde la espontaneidad.
Una auténtica locura. Le conocimos en un festival, y al principio fui muy tímido con él, muy a lo fan nervioso (risas). Para que te hagas una idea, yo empecé a tocar la guitarra a los 12-13 años a raíz de escuchar sus canciones. Y fue con 14 años cuando pude verle en directo, aquí en Berlín. Fue literalmente mi primer gran concierto y quién me iba a decir que poco más de diez años después iba a estar haciendo una canción con él. Es de locos… En cuanto a él, fue un tipo estupendo. Muy amable, muy humano y humilde, con los pies en la tierra. Una experiencia única, en serio.
Sí, cierto. Es todo bastante nuevo y reciente. De hecho ‘Colorado’ es la primera canción que hemos sacado desde que somos un sello independiente. Aún nos estamos situando, pero estamos muy emocionados con ello. El nombre del sello es “Muggelig”, que en alemán quiere decir algo así como “relajado” o “cómodo”. ¿Sabes esa sensación cuando estás con tu pareja o con amigos en un sofá, tranquilo y despreocupado, viendo una peli? Eso es “muggelig”.
Sin duda, lo mejor es poder sentir que tenemos el control absoluto de nuestra producción y de nuestro trabajo. Por suerte siempre hemos podido tener la última palabra en todos nuestros anteriores proyectos, pero al estar en una gran discográfica no conoces ni a la mitad de la gente que está trabajando contigo y eso nos hacía algo infelices. Ahora todo es más personal y cercano. Ahora somos dueños totales de lo que sacamos, de cómo lo sacamos y de cómo promocionarlo. Pero obviamente, esto también tiene la parte negativa de restarnos toneladas de tiempo. En serio, dirigir un sello discográfico es agotador. Te obliga a preocuparte por cosas que nunca antes habías apreciado, mientras piensas “hey, yo tan solo quiero tocar”, pero por desgracia, para que puedas lanzar tu música o tocarla en directo hay mucho trabajo detrás que ahora hemos aprendido a valorar más que nunca.
No, no. Ahora mismo tenemos el cupo más que cubierto gestionando nuestra propia música. Quiero decir, ¿quién sabe en unos años, no? Pero en un principio nuestra intención no es la de crear una gran compañía discográfica en absoluto.
Te diría que más bien lo segundo, sí. Pero, ¿sabes? Pienso que todo está bastante globalizado ahora mismo, y más para nuestra generación. Eso ha permitido que para nosotros la música no tenga ni etiquetas ni fronteras. Por ejemplo, yo empecé como casi todo el mundo, descubriendo música entre los viejos vinilos de mis padres y ahí tuve mi primer contacto con clásicos como Jimmy Hendrix, Janis Joplin, The Grateful Dead… Después en el instituto descubrí el jazz, y al mismo tiempo formaba parte del coro donde cantábamos temas de Ladysmith Black Mambazo. Y más tarde disfruté mucho saliendo por Berlín y mezclándome con la escena techno de aquí. Lo que quiero decir es que siempre he tratado de que haya diversas fuentes de inspiración en mi proceso creativo y disfrutar de toda esa mixtura en lugar de dividir la música por procedencia o idioma.
¿Sabes que ese es uno de los vídeos de nuestro canal que más visitas tiene? Algo así como dos millones… La verdad es que, ¿por qué no? Quizás no enteramente en español, pero sí el estribillo, ¿te imaginas? No sé, lo cierto es que el español me parece un idioma precioso, hermoso y fluido, simplemente me encanta. Sería genial encontrar artistas latinos o españoles con los que poder colaborar.
Básicamente, se trata de una organización europea con varias sucursales en diversos países que opera en alta mar ayudando a los refugiados que intentan alcanzar Europa por el Medio-Este en barco. En alguna ocasión anterior habíamos coincidido en eventos musicales donde ellos colaboraban, hasta que ellos mismos nos invitaron a formar parte de uno propio el pasado año. A raíz de ello, nuestra conexión con la organización se ha fortalecido, y hemos aprendido mucho sobre su labor y sobre la situación actual que rodea este conflicto migratorio. A medida que maduras te vas dando cuenta de que, como artista que goza de cierto alcance mediático, debes ofrecer una mano a ciertas causas que lo necesitan para llegar a más gente y despertar la conciencia de tus seguidores. Sinceramente, es lo mínimo que podemos hacer.