Festival Tomavistas anunció la semana pasada los primeros detalles de su edición 2022. En este comunicado conocimos las primeras bandas que formarán parte de su cartel y un cambio de recinto que, acompañado de la nueva normalidad sin el Coronavirus rondando, llevará el festival madrileño y a sus sus asistentes a otro nivel.
Con el objetivo saber más sobre Festival Tomavistas 2022 y conocer como ha ido la primera parte del ciclo Tomavistas Extra, hace unos días tuvimos la oportunidad de hablar con José Gallardo, codirector del festival. Aquí, la entrevista completa:
Muy satisfactorio. Hemos tenido actuaciones increíbles con una producción espectacular, una asistencia de público bastante grande y hemos podido hacer conciertos demostrando que la cultura es segura en tiempos muy complicados, realmente más no se puede pedir.
En septiembre del año pasado estábamos en un pico de subida de la pandemia, con barrios confinados en Madrid, tasas de incidencia muy altas y la mitad de aforo. Ya se notaba que la gente tenía muchas ganas de música y de disfrutarla como siempre y resultaba muy extraño enfrentarse a una experiencia tan nueva. Llevábamos meses sin conciertos y la motivación era muy alta, entendemos que a la gente le cueste estar sentado en una silla durante 3 horas, pero al final todo tuvo su orden y salió muy bien. Lo mismo ha pasado en los conciertos de Tomavistas Extra de las últimas semanas, pero teniendo en cuenta que la situación había cambiado un poco.
Hemos estado en tasas de incidencia en descenso, más aforo, buen tiempo, vacunación a niveles importantes y mucha gente creemos que tenía la sensación de que la normalidad cada vez está más cerca, por ello había algo más de desinhibición, pero en ningún momento nada más peligroso que levantarse de la silla en momentos muy puntuales de algunos conciertos a bailar sin moverse de su espacio junto a su grupo de convivientes. Teníamos una distancia social entre grupos más allá de la normativa y una gran operativa humana explicando las normas (acomodadores, camareros, personal de seguridad diligentes) además de locuciones constantes de las normas a través de las pantallas y señaletica y la verdad es que con una situación tan compleja muy relacionada con las emociones a flor de piel en momentos muy puntuales (sobre todo el choque entre alegría y algo frustración también), la situación ha estado controlada en todo momento.
Ha sido un trabajo duro, sobre todo a nivel de licitación, plan de autoprotección, plan de actuación y cumplimiento normativo en contexto Covid-19. Más de 600 personas trabajando en el evento y mucho trabajo previo de toda la oficina y los mejores expertos en adaptación de producción y protocolos que nos hemos volcado en este evento como lo más importante que hemos hecho durante la pandemia y te diríamos que a niveles de trabajo parecidos o incluso superiores a lo que requiere un festival ‘normal’. Realmente confiábamos tanto en nuestro plan que en ningún momento hemos visto peligrar su realización. El apoyo de asistentes y colaboradores ha sido ejemplar, teniendo en cuenta lo extraño del concepto y de la forma de enfrentarse a él.
Ha pasado con los artistas algo parecido a lo que como comentábamos más arriba y teniendo en cuenta que las bandas son el motor de eventos de este tipo ha habido muchas conversaciones, muchas adaptaciones y muchas emociones difíciles de gestionar, como decíamos antes, ese choque entre alegría y frustración que llevamos todos gestionando un año y medio pero que entre todos hemos manejado de la manera más diligente que hemos podido, es decir mucho más allá de lo que los conciertos demandaban hace dos años y hemos de decir que en general estamos muy contentos de la manera en la que todos nos hemos adaptado a la situación,
Van bien, aun queda mucho tiempo para los conciertos así que esperamos estar en resultados muy parecidos a los conciertos en el parque, teniendo en cuenta que el periodo es distinto y en julio creemos que habrá mucha gente viajando cosa que el año pasado era más complicado.
Estamos muy contentos con el primer lanzamiento, creemos que tenemos el mejor lanzamiento de cartel que hemos hecho nunca. Nuestra idea es rematarlo con muchas más bandas que finalmente hagan que 2022 tenga el mejor cartel de la historia de Tomavistas. En realidad, el trabajo con los artistas internacionales está siendo relativamente amable y fructífero, conservar tres artistas como Suede, Jarv Is o Rolling Blackouts Coastal Fever, después de tres cambios, es un ejercicio de empatía fuera de lo común. Luego las bandas nuevas como Jungle, Kings of Convenience o Shame, han sido muy ágiles a la hora de confirmar su asistencia y eso nos lleva a un lugar muy interesante en este momento, con un año por delante para terminar de rematar el cartel.
Lo hemos explicado en nuestro comunicado, pero más que motivaciones son necesidades (no solo las nuestras sino pensando en el público) que confiando en nuestro trabajo vamos a convertir en motivaciones para nosotros. pero sobre todo para ellos. No empezamos de cero, tenemos las cosas tan claras que el cambio solo es para bien. Somos los primeros en estar tristes por dejar el parque para hacer Tomavistas. La decisión ha sido muy dura para nosotros porque es un lugar muy especial donde hemos vivido momentos maravillosos pero ya en 2019 detectamos que casi con un sold out el parque empezaba a limitarnos para la comodidad del público, sobre todo por el escenario 2, ya había gente en 2019 expresándonos su incomodidad con ese escenario. En el auditorio caben 15.000 personas pero para los tránsitos entre escenarios ya 8.000 en general y 3.000 en concreto en ese escenario, era nuestro tope y aún así determinadas bandas no podían ser contratadas para tocar ahí para que no tuvieran mucha gente queriéndoles ver, en ese sentido el desarrollo artístico se veía muy limitado y un festival necesita crecer y no limitarse en ese aspecto fundamental..
Íbamos a hacer la última prueba en 2020 pero con la pandemia no ha podido ser ni en 2020, ni en 2021, así que esos dos años perdidos en los que además hemos adquirido compromisos con bandas internacionales que no podrían tocar en ese escenario 2 por tener un aforo muy limitado, nos hacen tener que tomar una decisión como esta, teniendo en cuenta además que en el parque, a parte de lo complicado de la producción, no hay forma de conseguir otra configuración porque parques y jardines cuidan (como debe de ser) sus praderas y no permiten la colocación de escenarios en ningún otro lugar que no sea el auditorio y el pasillo donde iba el escenario 2.
En nuestra mente no está hacer un festival masificado, queremos conservar la esencia en IFEMA, manteniendo y mejorando lo que teníamos (una programación muy internacional, zonas verdes naturales, producción cuidada, reducción de emisiones de Co2 porque no utilizaremos generadores, podremos tener mejores baños porque allí si hay agua, y una oferta gastronómica mucho mejor). Seguimos planteando aforo de 8-10ks personas, pero que puedan estar más cómodos, ver y oír bien todos los conciertos y tener un horario para desarrollar todos los conciertos que creemos que debe tener nuestro festival para que sea una experiencia única. En el parque nos habían ya pedido muchas veces que redujéramos horarios o limitáramos el sonido, por ejemplo. Todas esas cosas hacen inviable desarrollar Tomavistas en el parque, aunque si tenemos en mente poder hacer allí otro tipo de conciertos en 2022.
Queremos tener un festival lo más cercano a una experiencia total. Ojalá que pueda ser sin medidas especiales, ni protocolo Covid, porque será síntoma de que lo hemos conseguido. Somos muy optimistas con el proceso de vacunación y para mayo de 2022 la cosa tiene pinta de haber cambiado mucho con respecto a este año. Durante 2022 nuestro propósito es hacer el festival que deseamos, que tenga buenos resultados y además desarrollar otros proyectos de la marca en los que estamos ya empezando a trabajar.
Lo vemos con optimismo y al mismo tiempo con agradecimiento porque lo vayan a intentar, creo que nos puede ayudar a todos a ver la viabilidad de eventos presentes y futuros. Nosotros nos planteamos también esta opción, pero a nivel económico era realmente inviable, los costes son elevadísimos y teníamos que asumirlos nosotros y pedir a los asistentes también su participación, así que giramos la situación y encontramos el camino en el cambio del festival a 2022 y realizar Tomavistas Extra con las medidas que hemos puesto en marcha y dentro de la normativa que ya por si solas tienen un coste muy elevado que complican mucho los resultados económicos de la empresa, pero no podíamos estar parados durante 2021 y lo hemos afrontado con valentía y mucha determinación.
Por parte del distrito de Arganzuela (que pertenece al ayuntamiento) hemos tenido bastante apoyo y diligencia en las gestiones, estaban muy implicados y con ganas de que esto se llevara a cabo. También hemos recibido apoyo por parte de la comunidad de Madrid y la consejería de sanidad que dio por bueno nuestro proyecto en tiempo para enfrentarnos tranquilos a la producción que al final ha terminado siendo un éxito.