Redacción: David Moya
La Maravillosa Orquesta del Alcohol sacaba a finales de este 2017 uno de los que, yo considero, mejores discos del año. Salvavida (de las balas perdidas) es un disco en el que siguen una misma línea argumental, pero se reinventan ahondando y buceando en el folklore castellano y en la música tradicional europea.
El café comercial, lugar por el que pasaron muchos poetas del siglo pasado, entre ellos el gran Antonio Machado; fue el lugar del encuentro. Un Antonio Machado, que precisamente es nombrado en el nuevo trabajo de los burgaleses. No creo que sea fruto de la casualidad. El resultado de dicho encuentro es una charla intensa y extensa, que he decidido compartir íntegramente. Porque de verdad, creo que merece la pena leer lo que me contaron Jose Maravillas y David Ruiz. Pero os voy a pedir un favor, mientras leéis sus respuestas, imaginároslos mirando vuestros ojos mientras los suyos brillan de alegría y felicidad. Disfruten.
Jose Maravillas: ¿Por dónde empezar? Vuelta al inicio. Estuvimos un año encerrados componiendo el nuevo disco. Como has dicho ha sido producido por Santi García. También ha estado en la labor de producción Diego Galaz, que también ha hecho la labor de arreglista. Entonces, después de cinco años sin parar que llevábamos ya, nos tocaba un momento de parón y ver dónde estábamos; y es ahí donde hicimos este disco.
David Ruiz: Sí, lo que decía Jose. Un año prácticamente en el que hicimos los tres conciertos de la Joy con los que cerrábamos una etapa. Queríamos tomar un poco de aire, parar un poco y ver en qué punto estábamos, ver qué camino habíamos recorrido y sobre todo hacia dónde queríamos dirigirnos en el futuro. Entonces, gracias a ese período de pausa y calma hemos podido incorporar nuevas influencias, y ahí es donde acabó fraguándose un poco lo que acaba siendo “Salvavida de las balas perdidas”.
Desde ese momento hasta que ve la luz el álbum ha habido un proceso que nos ha llevado a buscar la inspiración en diferentes frentes. Por un lado, hicimos varios viajes al extranjero. Estuvimos en Ciudad de México tocando en la calle, hemos estado viviendo una temporada en Edimburgo y Berlín, algunos de nosotros. Y, por otro lado, mientras buscábamos esas respuestas fuera, nos fuimos dando cuenta de que podían estar más cerca que nunca y ha habido también como un proceso paralelo de redescubrimiento de nuestros orígenes, de nuestra tierra y de nuestras raíces.
Y todo esto, ¿en qué se ha concretado en el disco? Pues por un lado en nuevos sonidos, influencias y ritmos inspirados por la música popular europea; desde los Balcanes hasta Irlanda. Hemos incorporado el clarinete, hemos escuchado mucha música francesa, hay una referencia en el disco, hemos escuchado música italiana, hemos hecho melodías de acordeón y clarinete inspiradas en este tipo de bandas del siglo pasado. Pero al mismo tiempo, queríamos conservar nuestra identidad y no perder lo que nos hace reconocibles y lo que nos ha llenado hasta ahora y a la vez no repetir fórmulas.
También te hablaba de ese proceso de redescubrimiento de nuestras raíces, eso nos ha hecho redescubrir también gracias a la influencia de Diego Galaz mucha música tradicional castellana y folklore de la península. Hemos incorporado instrumentos de percusión como el pandero cuadrado típico de nuestra región, también ritmos irregulares que nunca antes habíamos tocado; como los que se escuchan en “La inmensidad”, y en general, hemos dado una vuelta a lo que veníamos haciendo y ya te digo, sin perder el norte y sin perder lo que somos. Y creo que viene muy definido por nuestros instrumentos y nuestras letras, pero a la vez no repetir nada y no hacer algo que ya habíamos hecho. Y el resultado pues son 11 canciones de las que estamos muy seguros y muy orgullosos y que creemos que representan con bastante exactitud lo que es el grupo a día de hoy. Y hemos conseguido llegar a un punto en el que hace un año no sabíamos si íbamos a poder llegar.
David Ruiz: eso es, ninguno de nuestros discos anteriores era casual o fruto del momento o de la moda. Es un sonido en el que creemos y en el que venimos trabajando desde el principio. Eso hace que no queramos desembarazarnos de lo anterior porque estamos muy orgulloso de ello. Simplemente se trata de dar un paso más en una dirección que no sabemos a dónde nos llega porque este disco tiene un poco de nuestros discos anteriores. Mil demonios y La vieja banda, primera y última del disco, que también es significativo. Son temas de tres minutos que van directos y tienen estructuras más convencionales donde priman estribillos, coros y arreglos. Pero hay canciones como Océano o Himno nacional donde nos hemos dejado llevar, donde hemos difuminado mucho más que nunca el concepto de estructura y donde consideramos que hemos pintado otros paisajes que antes no habíamos dibujado.
David Ruiz: realmente no ha habido una relación directa, más allá de que somos el mismo grupo. Lo de Salvavida hace referencia a la música como vía para purgar los malos momentos, los miedos, las inseguridades, y como vía para salir de los momentos oscuros. Y a nosotros, como a mucha gente, la música nos ha ayudado mucho en nuestro día a día y nos ha dado un motivo para levantarnos de la cama cada día. En el primer disco era más una pregunta sin responder. Es más, casi una pregunta que sabías que no iba a tener respuesta. Y en este álbum hay quizás más convencimiento en el poder de la música y en ese poder de unión entre las personas, en un momento en el que estamos cada vez más separados los unos de los otros. Entonces yo creo que ya no lanzamos la pregunta, si no que estamos ya diciendo otra cosa.
Jose Maravillas: ha sido todo exponencial. Recuerdo los primeros conciertos cuando vinimos a Madrid, casi el primer concierto fuera de Burgos. Fue en A ritmo y compás, luego hicimos una Sala Sol, luego tres salas Sol…hemos ido haciendo casi todas las salas que había. Creciendo poco a poco, con los pies en el suelo y bueno, ahora llegamos a este punto. Ya habíamos hecho una Riviera, y llegados al punto de que tenemos tres, es algo que te sorprende. Porque al sacar el disco tampoco sabes cómo va a reaccionar la gente y bueno, estamos muy agradecidos y con muchas ganas de subir a los escenarios.
David Ruiz: (risas) Nos gustaría seguir tocando para mucha gente, pero no tenemos prisa, nunca la hemos tenido. Y no tenemos, principalmente, prisa por crecer a cualquier precio. Queremos ir a nuestro ritmo, porque como decía Jose, sabemos perfectamente lo que es tocar para pocas personas, pero también sabemos lo que cuesta tocar para 6000. Yo creo que hay que disfrutar lo que tenemos. Nuestra ilusión en el futuro es que cada vez nos escuche más gente, pero no nos quita el sueño. Pero si tenemos que volver a tocar para 30 personas, llegará, y no pasará nada.
David Ruiz: yo creo que todavía no estamos en un punto en el que podamos tener ese miedo. Si fuésemos los Rolling Stones pues supongo que es más difícil controlar la situación. En nuestro caso siempre hemos estado centrados en las canciones y mejorar como músicos. Creemos que si tienes claro eso, pensamos que es difícil que se te vaya la cabeza y siempre hemos hablado mucho entre nosotros de esto. Pero nunca hemos tenido mucha tontería. Quizás porque seguimos viviendo en el mismo sitio de siempre, nuestro entorno más cercano no tiene ni idea de la música y la industria, y porque nuestro día a día no tiene nada que ver. Nosotros cuando lleguemos el lunes a casa y nuestros amigos nos pregunten que qué tal el fin de semana, para ellos tocar en La Riviera está genial, pero si ellos han estado tomando algo o en el campo es igual de importante. Entonces eso te ayuda a mantener los pies en el suelo. Y que lo que nos gusta es la música, no el éxito.
Jose Maravillas: es un premio. Hemos oído cosas buenas del festival y hemos querido tocar anteriormente y le hemos tenido cierta estima. Entonces lógicamente que nos hayan confirmado es una lotería.
David Ruiz: un reconocimiento también para una banda como la nuestra y al mismo tiempo una oportunidad. Nos parece buenísimo compartir el cartel con artistas de la talla de Massive Attack o Queens Of The Stone Age, pero después de haber tocado en la calle, esto es un paso más y no nos impone miedo. Si no salir y comernos el escenario.
David Ruiz: creo, lo primero, que el que cualquiera pueda tener un grupo es lícito. Pero creemos que al final hay de todo. Por cada grupo que hay de ese palo, hay otros cinco que hacen las cosas con sinceridad y de corazón, que es lo único que se le puede pedir a un artista. Uno puede tener el estilo que le dé la gana, vestirse como quiera, tocar los instrumentos que le apetezca…lo único que tenemos que exigirnos es honestidad. A nosotros nos gustan las bandas cuyo único criterio es el artístico, cuando la música dirige tus pasos, todo está bien. Esta canción, Océano, es una especie de reacción o respuesta a un momento en el que parece que la música es lo menos importante dentro de la propia música. Con esto no queremos generalizar. Hay bandas trabajadoras, pero el sentir es ese. Y no tiene que ver con estilos. Si no que hay gente que le da más importancia a la estética, la imagen, las respuestas en las entrevistas…cuando lo que nos ha traído a todos aquí son las canciones. La música es sagrada, y por suerte hay muchas bandas que no entran en ese circo. Y esperemos que siga así durante muchos años, porque si no dejarán de haber buenas canciones, conciertos, festivales, fotógrafos…y sobre todo alegría y felicidad que es lo que tiene que primar en la música.
David Ruiz: no creemos tampoco que haya que estar implicado, cada uno debe hacer lo que le dicte el corazón. Si quieres hablar de política, que además la etiqueta distrae bastante, porque la sociedad es política, la vida es política en sí misma. Entonces que cada uno haga lo que le dé la gana. Si alguien quiere cantarle a la luna, que le cante a la luna, pero si a alguien también le llama la atención y le parte el corazón que haya personas que no tienen donde dormir, que lo haga también. Así que para nosotros no es lícito. La magia de todo esto es que cada uno pueda dar su opinión y expresar lo que quiera. ¿Cuántos artistas nos perderíamos si hubiera un guion?
Jose Maravillas: no solo eso, la variedad de cosas. Si todo el mundo hablara de lo mismo quedaría como algo impersonal.
David Ruiz: por supuesto. Además, cada uno afronta el día a día y la realidad como buenamente puede. Hay momentos en los que no te sientes con fuerza para enfrentarte a las cosas y te evades, hay momentos en los que te llevas enfrentando a algo durante muchos años e igual decides desconectar o dar la vuelta a la situación. No se puede predecir por dónde va tu mente, y no se puede exigir a nadie nada. Uno solo puede exigirse a sí mismo y eso ya es bastante.
David Ruiz: es triste
David Ruiz: que la gente que más lo tendría que respetar, porque precisamente sabe lo jodido que es tocar y haya murmullo, sea la que menos sensibilidad tiene… Creo que como mínimo requiere una reflexión. Ósea si lo que quieres es estar de fiesta pues vete de fiesta, si vas a un bolo…joder, un tío que hace canciones, debe saber lo personal que es ese momento como para hablar.
Jose Maravillas: y no solo eso. Una persona que toca, sabe lo importante que es estar encima del escenario. Y sabe cómo quiere que la gente o cómo le gustaría que su público estuviera delante de él.
David Ruiz: la única palabra que se me ocurre es “triste”. Tampoco hay que ser un talibán, puedes comentar algo que está ocurriendo sobre el escenario, pero una cosa es un comentario y otra cosa es estar como en el parque. Pero yo creo que al final por suerte, el público, que creo que al final es lo más importante de toda esta movida. Porque sin público no hay absolutamente nada, al final ellos van a cantarse los temas, dejarse la piel y vivir ese momento. Pero ese momento mágico…y el que va a joder ese momento a los demás, es mejor que no vaya.
David Ruiz: caminábamos hacia este disco. Realmente cuando paramos era de cara a ver qué teníamos que decir y cómo teníamos que decirlo. Caminábamos hacia esas 11 canciones, donde yo creo que hemos puesto el corazón y muchas horas de trabajo, alegría y disfrute. Porque todavía seguimos escuchándolo y nos emocionamos. Yo todavía me pongo los temas en casa y me emociono. Son la mejor crítica, es el mejor análisis que podemos hacer. Algo que has hecho tú y que te hace sentir así, creo que solo por eso merece la pena que lo hayamos hecho.
David Ruiz: Las personas tío, el ser humano. El mismo que nos condena, nosotros mismos, sin excluirnos somos igual de culpables porque en este barco vamos todos. Y es un poco de lo que también habla el disco, gira en torno a ese concepto de ser humano, sentimientos, emociones, miedos y esperanzas. La música es una de las mejores cosas que tiene el ser humano, y es un medio, y un arma muy poderosa para hacerte sentir, reflexionar y hacerte valorar todo lo bueno que tenemos y de lo privilegiados que somos en esta parte del mundo. También para reivindicar ciertas cosas y hacer reflexionar al oyente. No tenemos las respuestas, ni la varita mágica de cómo habría que hacer las cosas, pero desde luego creemos que si empezamos a pensar un poco más allá de nosotros mismos y empezamos a sentir a nuestros semejantes más cercanos, peor no vamos a ir.