dod letter

Entrevista a Georgia: "Mi padre fue una fuente enorme de inspiración a la hora de arrancar mi carrera en solitario"

[kkstarratings]

Georgia (2023)

Por la sangre de Georgia Barnes fluye una más que evidente pasión por la música, expresada de forma manifiesta desde hace más de una década a través de diferentes proyectos en los cuales nos ha demostrado su total y absoluta versatilidad y talento. De baterista a productora, y de productora a solista, esta polifacética artista británica clavó la optimista y dichosa bandera de su sonido en las pistas de baile de medio mundo gracias a su luminoso y pegadizo Seeking Thrills (Domino, 2020), el álbum que merecidamente le otorgó su reconocimiento como una de las nuevas y más esperanzadoras voces del dance contemporáneo.

Tres años después, Georgia apuesta por confiar en el laureado productor Rostam (Haim, Carly Rae Jepsen, Clairo) para pergeñar su regreso con Euphoric (Domino, 2023), una absoluta bomba de luz que persigue la estela de hedonismo y de buen rollo que su anterior trabajo dejó. A escasos minutos del debut de sus nuevas canciones en las inmediaciones de Arganda del Rey y con motivo de su paso por el Primavera Sound Madrid, la artista británica Georgia nos hace un hueco entre bambalinas y pruebas de sonido para charlar con nosotros.

Entrevista a Georgia

 

Estamos a escasas horas de tu concierto en Madrid con motivo del Primavera Sound, ¿cómo te sientes?

Muy contenta y entusiasmada, sin duda, no tengo más que palabras de agradecimiento para la organización por haber contado conmigo, aunque hubiera apreciado que mi concierto fuera algo más temprano. La una de la madrugada para mí es tardísimo.

Realmente, en España ese es el prime time de los festivales, ¿eh?

Eso me han dicho, sí. Pero en Reino Unido todo lo que pase de las diez de la noche es tarde, lo siento [risas]. Aun así, estoy en modo español y adaptándome a vuestros horarios y ritmos vitales.

¿Has tenido ya la oportunidad de testar tus nuevas canciones con el público?

No tantas como me hubiera gustado, pero hemos tenido ya alguna que otra ocasión, sí. La más significativa para mí durante el Big Weekend Festival que organizó la BBC este año en Camperdown Park, Dundee, y donde tuve la oportunidad de tocar muchas canciones nuevas por primera vez en directo. Las reacciones del público fueron muy satisfactorias para mí, todo el mundo parecía entusiasmado y me demostraron que las canciones nuevas funcionan realmente bien sobre el escenario, lo cual me ha hecho desear tocar en vivo con más asiduidad. Y es curioso porque, justo antes del COVID, cuando publiqué mi anterior álbum, irónicamente no tenía muchas ganas de llevar mi música al directo. Me daba cierto rechazo y el compromiso de verme ahí arriba realmente me intimidaba. Pero algo ha debido cambiar dentro de mí en los últimos años, pues ahora me siento mucho más positiva sobre el hecho de lanzarme a compartir mi música en directo.

Recordemos que sacaste ‘Seeking Thrills’ apenas un par de meses antes de que explotara la pandemia en 2020. ¿Qué supuso esto para tus expectativas como artista?

Fue un auténtico fastidio, como bien te puedes imaginar. Pero, ¿qué podíamos hacer? Quiero decir, fue algo de magnitudes tan grandes que se escapaba de nuestro control, no había mucho más que pudiéramos hacer. Me supo realmente mal por la parte del directo, ya que sí que habíamos volcado muchos esfuerzos por cuidar la puesta en escena y demás. Pero siendo honestos,  debo admitir que también lo sentí como una especie de alivio, pues el parón me permitió volver al estudio y trabajar en música nueva. Desde el punto financiero, por supuesto, fue devastador, pero si lo miramos desde la parte creativa, fue un periodo de lo más enriquecedor. No me hice demasiadas cruces al respecto, si te soy sincera. Tenía muchas ganas de seguir haciendo música, y es que muchas de las canciones de ‘Euphoric’ ya estaban más o menos compuestas incluso antes de lanzar ‘Seeking Thrills’. Así que para mí fue la ocasión perfecta de retomarlas y ocupar mi tiempo de una forma productiva.

Todo tiene su “silver lining”, ¿no?

Claro, además, tengo la suerte de tener un estudio en casa, al cual le saqué mucho partido durante aquellos días componiendo, remezclando, y escribiendo canciones para otros artistas, como Shania Twain. Lo bueno de haber hecho mil cosas en esta industria es que siempre tengo algo a lo que dedicarme para poder sobrevivir [risas].

Me ha sorprendido saber que ‘Euphoric’ llevaba ya tanto tiempo escrito. ¿Dirías que, por tanto, sigue de forma continuista, la línea que comenzaste a trazar en ‘Seeking Thrills’?

Desde luego, todo sigue donde nos dejó ‘Seeking Thrills’, en tanto que sigue habiendo mucho pop y mucho dance, pero bajo mi punto de vista el sonido de este nuevo álbum deja de ser tan nostálgico y ochentero y abraza algo más futurístico. Es como si antes estuviéramos dentro del club, y ahora la noche estuviera acabando, y nos dirigiéramos de vuelta a casa. Personalmente, no quería llegar al estudio y terminar haciendo otra vez una versión alternativa de ‘Seeking Thrills’, ¿me explico? Quería hacer algo que realmente supusiera un cambio y un reto para mí. Y precisamente para lograr eso pensé que sería interesante trabajar por vez primera con alguien distinto y ver qué podía traer ello a la ecuación.

Y ahí apareció Rostam.

Rostam apareció en mi vida justo cuando más lo necesitaba. No tengo palabras para describir lo que ha hecho en este disco. Su mano ha sido fundamental y el resultado expresa a la perfección la conexión tan natural que hubo entre nosotros desde el minuto uno. En ningún momento fue una imposición por parte del sello, ni nada por el estilo. Todo lo contrario, fui yo quien determinó que quería trabajar con alguien experimentado, de quien pudiera realmente aprender, y las circunstancias acabaron llevándome a Rostam, que, como todos sabemos es una máquina de fabricar éxitos pop. Por supuesto, no dejó de ser una situación arriesgada… Coger un avión, marcharte a Los Ángeles a grabar, ya sabes. Podría salir bien o podría haber salido muy mal, y solo había una forma de averiguarlo. Pero como te decía, nuestra buena conexión quedó constatada desde la primera sesión que tuvimos en el estudio, donde compusimos en un solo día el tema de ‘It’s Euphoric’. Fue exactamente ahí cuando me di cuenta de que no me había equivocado para nada contando con él. Ya no solo por la facilidad que tuvimos para generar una gran canción, sino por lo cómoda que estuve trabajando con él en todo momento. Desde luego, no fue una relación productor-cantante al uso, sino más bien una colaboración más. Como productora sé lo importante que es hacer sentir al artista en cuestión que su papel es relevante en este proceso, y durante todo el tiempo él se aseguró de dejar constancia de que mi palabra era determinante en el resultado final del disco.

Y de hecho, una forma de afianzar esta buena conexión entre vosotros fue incluir una reversión de ‘Live Like We're Dancing’ en el disco, que me consta que tiene una intrahistoria muy especial para vosotros.

Realmente, eso fue idea suya. Es un guiño total a nuestra relación, pues como bien sabrás Rostam empezó a saber de mí y de mi música a través de esa canción que hice con Alex (Mura Masa). Su pareja, que también es artista y en ese momento se encontraba en Los Ángeles con Rostam, se la hizo escuchar a éste y automáticamente hizo que el propio Rostam me escribiera por DM, diciéndome que había escuchado la demo de nuestra canción y que mi voz le parecía increíble. Yo simplemente no podía creerme que el mismísimo Rostam hubiera contactado conmigo. Siempre lo digo y siempre lo diré, gracias al cielo que trabajé con Alex, pues ello me ha supuesto muchas alegrías posteriores. Por supuesto, Alex no tuvo ningún inconveniente en que utilizáramos esta canción en el nuevo álbum, y me gusta especialmente el lugar que ésta ocupa en el mismo, justo en el medio y dividiendo éste en dos partes.

Sobre tu sonido, ¿crees que existen factores que hayan determinado la dirección que éste ha tomado?

Como música y como compositora, siempre he tenido el deseo de sonar de forma única. Lo cual es, de por sí, algo muy complicado, pues todos sabemos que los artistas beben mucho los unos de los otros y todo se vuelve muy derivativo en cuanto a géneros, estilos e ideas. Pero lo que sí tengo muy claro es que siempre he sido muy abierta de mente en lo que respecta a hacer música. Nunca me ha interesado seguir corrientes o modas, ni tampoco acatar lo que un sello me quisiera imponer porque fuera “cool” o “lo que se lleva ahora”. No van para nada conmigo esas historias. Así que supongo que esa confianza en mí misma es lo que poco a poco me ha permitido alcanzar mi propio sonido. A fin de cuentas, y sé que suena realmente cursi, lo que define la forma en la que termino llevando a cabo un proyecto es haciendo las cosas como realmente me las dicta el corazón.

¿Dirías que la constancia es la clave?

Por supuesto. A veces no me doy el suficiente crédito a mí misma, pero es que hablamos de muchas horas dentro del estudio y trabajando duro sobre los escenarios. Desde los 16 años, más o menos. Más de media vida dedicándome a esto. Y francamente, no me canso de aprender cosas nuevas en cada proyecto, o de seguir documentándome y formándome, con el fin de terminar incluyendo esos conocimientos nuevos en mi música futura. Sé que va a sonar extraño, pero hay una cosa que admiro especialmente de U2 y es lo prolíficos que siempre han sido, variando entre géneros y expandiendo su trayectoria sin prácticamente límites. Con honestidad, aspiro a poder llegar a hacer eso yo también en mi carrera.

Considerando tus vínculos previos con la música, tanto a nivel familiar por tu padre, como a nivel profesional, después de haber producido a tantos otros artistas, ¿te resultó extraño dar el salto y convertirte tú en la front-woman?

Fue extraño, pero al mismo tiempo también se sintió como un paso natural en mi vida. Siempre había querido ser solista, y era tan solo cuestión de tiempo que encontrara el momento adecuado para llevar a cabo tal deseo. Como sabes, he sido productora de otros artistas, he sido baterista de estudio… pero a pesar del resto de proyectos paralelos que tenía, siempre tenía presente mi intención por terminar publicando mi propia música. Por supuesto, mi padre fue una fuente enorme de inspiración a la hora de arrancar mi carrera en solitario, pues siempre supuso una gran motivación para mí su habilidad para crear su propio camino. Leftfield juegan una liga aparte, obviamente, y su ‘Leftism’ simplemente fue un disco que cambió el concepto que se tenía de la música dance en Reino Unido. Crecí viendo el amor que mi padre profesaba por la música techno y su capacidad para poner a tantas almas a bailar al unísono, así que definitivamente eso marcó mi forma de concebir la música y mi deseo por querer hacer también mi propia música.

Es curioso que cites la pasión por el techno, pues me encantaría saber cómo es para ti lidiar tu destacada inclinación por la música dance y la cultura raver, después de haber hecho saber públicamente que has dejado de beber alcohol y llevas una vida sana. ¿Es posible maridar ambos entornos?

Bueno, el simple hecho de hacerte mayor ya te marca un poco los tempos y te hace tomar este tipo de decisiones. Llega un punto en tu vida en el que, simplemente, no tiene sentido maltratar tu cuerpo de determinadas maneras. Obviamente, soy consciente de que la música dance va a ir eternamente asociada a ese tipo de connotaciones, y todos sabemos que esta música se hace para terminar siendo escuchada en clubs o en fiestas caseras, donde la gente acaba hecha mierda. Pero mi propia personalidad me ha hecho darme cuenta de que ese tipo de comportamientos ya no casan conmigo. Durante mucho tiempo mi relación con el alcohol era realmente mala y me llevó a hacer cosas de las que mi yo actual no está orgullosa. Así que en lugar de tener que lidiar con la vergüenza puntual de responsabilizarme de mis actos cada vez que bebía, directamente he optado por no tener que lidiar con esa incomodidad nunca más. Es un proceso complicado, especialmente si le añadimos el extra de pertenecer a una industria tan dura y en ocasiones ingrata. No es ninguna sorpresa que alguien que tiene que lidiar con críticas duras en redes sociales por su trabajo o soportar los vaivenes de un sector tan inestable como éste termine dependiendo de ciertas vías de escapismo como éstas, para poder sobrevivir. Por mi parte, estoy contenta con la decisión que he tomado y creo que es perfectamente compatible con mi trabajo, pues a fin de cuentas la sobriedad me permite sacar a flote lo mejor de mí misma, y a fin de cuentas, eso es lo que la gente valora de ti sobre el escenario.

MÚSICA RELACIONADA

chevron-uptwitterfacebookwhatsapp linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram