Poco a poco, y de la mano de cada vez más bandas que van rompiendo sus pertinentes fronteras, vamos conociendo más y más sobre la indómita Australia y su escena rockanrollera más underground y subversiva. Los últimos en convertirse en abanderados de la land down under de la distorsión y de la energía punk son los chicos de CIVIC, quienes ya tuvieron a bien hace unos meses convencernos del todo con su reciente Taken By Force (ATO Records, 2023) y que ahora nos enorgullecen incluyendo nuestras tierras en la agenda de su respectiva gira europea.
Después de llevar ganándose desde 2018 la fama de ser uno de los talentos en alza más destacables de la música guitarrera australiana, el quinteto de Melbourne nos plantea un apocalíptico escenario de la mano de sus últimas once pistas nuevas, trasladándonos a las oscuras y ciertamente inquietantes ubicaciones de Elphinstone para firmar, supervisados por el legendario Rob Younger de Radio Birdman, su último y más aplaudido trabajo. Los chicos de CIVIC, por su parte, estarán visitando Bilbao (1 de junio), San Sebastián (2 de junio) y Madrid (3 de junio, dentro de la programación del Blockparty de Arganzuela) y con motivo de sus respectivas citas en España, nos hemos dado cita con Jim McCullough, líder y vocalista principal de CIVIC, para conocer más sobre su proyecto.
Creo que la clave siempre ha sido tener muy claro que no queríamos hacer un disco igual que el anterior. Cuando comenzamos a grabar música y dimos forma a nuestro primer trabajo, ‘New Vietnam’, todo lo hacíamos con un presupuesto bajísimo y sentíamos que cada movimiento hacia adelante suponía una auténtica progresión para nosotros. Así lo demostramos, por ejemplo, pasando a grabar música en un estudio como tal. De hecho, diría que la total clave de nuestro progreso fue empezar a trabajar en un estudio, aunque para nuestro último álbum terminásemos cambiando la fórmula de grabación, pero eso está más ligado a la forma en la que queríamos sonar en este álbum en concreto.
Creo que arrancar el disco de esa forma fue idea de Lewis, si no recuerdo mal. Le pareció interesante darle ese toque de misterio e incomodidad que suele generar el escuchar ese tipo de sirenas, y además, es algo que ya habíamos visto a otros artistas emplear en álbumes clásicos, así que nos pareció que podía quedar bien arrancar el disco con ese sonido. Un sonido de alarma que pusiera en estado de precaución al oyente, incluso antes de haber escuchado ningún otro sonido más por nuestra parte.
En un principio, no sabíamos realmente de dónde íbamos a sacar ese sonido. Pensamos en simplemente descargarlo de Internet, de algún banco de sonidos libres de derechos, ya sabes. De repente, una mañana nos despertamos todos de golpe escuchando esa precisa sirena que queríamos incluir en nuestro disco. Lo primero que pensamos es que algún miembro de la banda estaba gastándole una broma al resto. Pero no, era una sirena real y salimos a toda hostia de la casa para grabarlo. Al final terminó siendo una sirena perteneciente al servicio de emergencia de un centro médico de la SES que había al otro lado de la esquina. Al parecer era el toque de alarma que empleaban para llamar y congregar a sus trabajadores. Pero teniendo en cuenta la clase de sitio que era Elphinstone, créeme que cualquier precaución era poca y el susto que nos llevamos fue grande. Así que esa es la historia, lo grabamos, lo sampleamos y lo introdujimos al comienzo del disco ya que nos parecía el mejor lugar al que podía pertenecer.
Está como a 100 kilómetros de Melbourne. Literalmente ubicada en medio de la nada. Y en cuanto a su población… No sé, ¿qué tendrá? Menos de mil habitantes, seguro. A penas tiene un par de calles, con la estación de tren, la oficina de correos y los comercios principales. Te puedes hacer una idea del tipo de vida que albergaba. No había apenas cobertura telefónica, o de repente se escuchaban disparos en la casa de al lado… Un lugar peculiar, tú lo has dicho.
Realmente no. Nunca hemos tratado de sumarnos a ninguna corriente política con nuestra música, al menos no de manera intencionada. En el caso de la ciudad que elegimos para dar forma a nuestro disco, fue casi una suma de casualidades más que de intenciones. Elphinstone es la ciudad de la que es natural la familia de uno de nuestros antiguos compañeros de banda y creímos que podía ser el lugar ideal para inspirarnos. Siempre quisimos grabar un álbum de esta manera, viajando juntos como banda y viviendo una experiencia de comunión y convivencia. El padre de Jack se tiró una semana fuera de la ciudad por asuntos de trabajo, así que nos cedió su casa durante ese tiempo, el cual nosotros utilizamos para grabar ese disco junto a Rob.
Así es. Uno de los amigos de mis padres solía ser el mánager de The New Christs, que era otra banda que Rob tuvo en los ochenta, y esta persona nos instó a contactar con Rob y a hablarle de nuestro grupo. En su momento me dio bastante reparo hacerlo, porque estaba seguro de que no le iba a interesar nada de lo que podía contarle o no iba a tener tiempo para nosotros. Sin embargo, cuando me armé de valor y acabé contactando con él pude comprobar que era un tipo genial y terminamos hablando por teléfono durante más de una hora sobre música. Íbamos sin ninguna expectativa, e incluso algo desconfiados al ser la primera vez que alguien externo a la banda producía nuestra música, pero inmediatamente nos transmitió la idea de estar interesado en lo que le planteamos y su devoción con el proyecto fue suprema. Terminó siendo muy satisfactorio tenerle cerca, ya no solo por su experiencia, sino por lo valioso que siempre supone tener a una persona de fuera de la banda viendo en perspectiva lo que hacemos. Quizás no es algo que le guste a todas las bandas, pero nosotros disfrutamos trabajando así. Fue genial contar con su visión y sus consejos sobre aquello que mejor le quedaba a una canción o aquello que sobraba, y realmente, rara vez no acertaba con sus ideas.
Bueno, te puedo garantizar que no es algo que nos planteemos volver a experimentar, siendo honestos. No por nada, sino porque, como te decía al principio, con cada disco nos gusta plantearnos retos distintos con el fin de que estos terminen teniendo carácter y personalidad propia. Para ‘Taken By Force’ sentimos que la mejor manera de grabarlo era hacerlo así, pero en adelante lo suyo sería volver al estudio formal. Llegado el momento de ponernos a pensar en un nuevo álbum, ya se verá dónde y cómo lo grabamos, pero te puedo asegurar desde ya que volver a grabar en Elphinstone está fuera de toda negociación [risas].
Nuevamente, eso fue cosa de Lewis. Se le metió en la cabeza la idea de poner a un surfista en la portada del disco, pero te puedo asegurar que no guarda ninguna relación con el contenido del disco ni con ninguna de las canciones. Fue más en plan, “ponemos esto y dejamos a la gente totalmente confundida”, ¿sabes? Fue un poco con la intención de hacer que cada oyente le terminara encontrando su propio sentido, pero si hay alguien ahí tratando de establecer teorías, puedo confirmar desde ya que la elección de esa portada no tiene ningún sentido en absoluto. Aunque según estoy diciendo esto, quizás la elección no estuvo tan desacertada, pues recordando la imagen tengo claro que no es una foto surfera muy amable, ¿no? Como que no es la típica foto vacacional que alguien tomaría. Tiene algo oscuro, e incluso intimidante que quizás sí tenga que ver más con nuestra música de lo que a priori pudiera parecer.
Cuando empezamos con la banda, nuestra intención era la de pertenecer a esa gran ola de rock’n’roll australiano que habíamos escuchado siempre. El problema es que en el preciso momento en el que la banda arrancó, no había muchos grupos que estuvieran prodigando ese tipo de estilo, así que de alguna forma nos propusimos reflotar el género a nuestra manera, ya que éste era nuestra principal influencia. Ahora, nuestras miras creativas ya no están tan cerradas y realmente somos capaces de inspirarnos y tomar influencias de prácticamente cualquier parte. Hemos descubierto que es la mejor forma para nosotros de realmente divertirnos con esto.
Es realmente difícil vivir de esto, especialmente ahora que todo se ha puesto carísimo y cualquier gestión nos cuesta el doble de lo que solía valer antes. Ahora mismo estamos en Reino Unido, y te puedes imaginar el esfuerzo económico que nos ha costado llegar hasta aquí desde Australia. Pero francamente, nos sentimos muy afortunados de poder estar haciendo posible esta gira y de que esté saliendo bien. Tampoco se nos caerían los anillos si tuviéramos que buscar un trabajo extra o dejar la banda en un segundo plano, pero por fortuna ahora mismo nos va bien.
Claro, ten en cuenta que grabamos ‘Taken By Force’ como hace un año y medio o así, así que en este tiempo hemos estado dándole vueltas a mucha música nueva. De hecho, hemos dejado grabado algo ya antes de marcharnos de gira. Ten por seguro que habrá algo nuevo nuestro muy pronto.