Hay bandas que pueden contra viento y marea y demuestran llevar la resiliencia por bandera en cada uno de sus gestos. Las adversidades son una pieza más de su modus operandi, pero ha sido durante la reciente crisis sanitaria donde Belako ha hecho gala como nunca de su capacidad para driblar los escollos naturales de una industria abatida y golpeada por mil contextos. La banda natural de Mungia compuesta por Cristina Lizarraga, Lore Nekane Billelabeitia, Josu Ximun Billelabeitia, y Lander Zalakain tuvo la inmensa desventura de lanzar al mundo su extraordinario cuarto álbum en un momento en el que el mundo no era capaz de procesar las circunstancias que estaban pasando a su alrededor.
Por eso ahora, dos años después de que “Plastic Drama” (BMG, 2020) viera la luz, el cuarteto vizcaíno ha decidido regalarle al mismo una segunda vida con el fin de ofrecerle la oportunidad de desplegar sus alas a través de una edición especial, donde además de las canciones originales del propio álbum podremos disfrutar de un surtido de remezclas con nombres diversos del panorama actual. Una nueva excusa para gozar de un completísimo LP que además supondrá una ocasión idónea para que el conjunto vuelva a pisar la carretera en los próximos meses, exhibiendo las majestuosas mieles que este cuarto trabajo contiene tras de sí, y con ello finalmente cerrar la puerta de este capítulo como se merecen. Su vocalista, Cris Lizarraga, nos cuenta todos los detalles de este re-lanzamiento y de sus planes futuros.
Pues fíjate, justo le venía de comentar a mis amigas que no me quería volver. Aquello ha sido como un “Camp Rock”. Hemos conocido a mogollón de bandas nuevas y ha sido una oportunidad genial para renovar nuestra anterior experiencia en el festi, que fue algo más accidentada. La primera vez que estuvimos por allí nos robaron la documentación y los instrumentos y tuvimos que pasar bastantes horas lidiando con la policía de allí, lo cual no es nada recomendable. La poli yanqui nos hizo echar de menos a la poli de aquí, así que imagínate (risas). En esta ocasión hemos podido redimirnos y tener una vivencia mucho más completa y hemos podido hacer muchos más conciertos, lo cual ha sido genial.
Sí, hemos echado mucho de menos a Lore y a Josu, como no podía ser de otra forma, pero contar con Carla y Laia para este encuentro supimos que iba a ser una apuesta segura. Ya no solo por lo musical, que también obviamente, sino porque gracias a la conexión y el cariño que nos tenemos sabíamos que la cosa iba a salir bien.
Sí, ésta es en teoría nuestra tercera vez. La primera fue cuando nos robaron, después volvimos a formar parte del cartel al año siguiente pero no se celebró por el tema del COVID, al año siguiente pudimos colaborar en la versión telemática que organizaron y este año ya sí, ha sido el año de volver allí a lo grande y resarcirnos después de esta situación tan costosa para todos.
En general, la respuesta ha sido siempre buenísima. De hecho, una cosa que me gusta mucho de la manera en la que el público internacional recibe a las bandas es que no nos dan la chapa. Es decir, son capaces de venir a felicitarte por el bolo y darte la enhorabuena, pero sin más. Te buscan en redes para poder seguir tu música y no tienes porque aguantarles que te cuenten su vida. Eso está genial, sinceramente.
Pues lo que ha tenido el pobre, es mucha mala suerte. Salió en el peor momento, y había que darle mimos y una salida más cuidada. En su día salió pero apenas pudimos presentarlo como se merecía, y era una auténtica pena considerando lo orgullosas que estábamos de él. Ante todo buscamos ahora poder darle algo de fuego antes de ponernos con el siguiente álbum y sobre todo que nos sirva de excusa para poder girar de nuevo .
Sí, ha sido también una oportunidad para salirnos de ese sonido en el que las cuatro estamos más familiarizadas y apostar por ideas que a priori son más distantes a lo que habitualmente hacemos, de ahí que hayamos contado con varios artistas que nos molan para hacer remezclas de los temas.
Ante todo, es gente a la que admiramos y que nos gusta lo que hacen. Pero sobre todo el primer requisito es que fuera gente maja y agradable. Bueno, y que nos hicieran caso, claro (risas).
Sí, totalmente. A pesar de haber salido hace dos años y en un muy mal momento, nos damos cuenta de que los temas que dan cuerpo a “Plastic Drama” no solo no han caducado sino que además han cogido más fuerza. Son temas muy directos y viscerales, que si ya era emocionante tocarlos en directo cuando nos tocaba estar a todas sentadas, ahora que nos dejan estar de pie, imagínate.
Pues se nos viene una semana bastante agitada. Tenemos un concierto para prensa en Madrid, la proyección de nuestro documental en los Cine Paz el 6 de abril a las seis de la tarde y después una fiesta en la terraza del Hotel Gran Vía, donde pondremos los remixes con algunos de los artistas invitados de forma presencial y telemática. Además yo me voy a estrenar como dj dándole al play, que tengo una playlist que se llama “Lore eta Cris” que está llena de temazos que nos motivan mogollón. ¡Ah! Y al día siguiente, tocamos en la fiesta de Radio 3. Vamos, una semana de lo más completa.
Francamente, no. Ya no solo porque hemos intentado sobrevivir a nivel de banda girando todo lo que hemos podido y más, sino también porque hemos intentado hacer lo posible por sobrevivir cada una a título personal. Hemos tenido que trabajar de otras muchas cosas porque si no, no hay quien mantenga esto. Pero sí que tenemos intención y muchas ganas de ponernos manos a la obra con temas nuevos. Ten en cuenta que hay canciones de “Plastic Drama” que escribimos en 2019 o incluso antes, así que para nosotras es un disco que tenemos muy trabajado. Precisamente por eso nos viene genial que otras artistas hayan refrescado el espíritu de las canciones con su toque personal. Pero las ganas reales son de tener la cabeza ya en la siguiente pantalla y en el siguiente disco.
La verdad es que aquello fue un poco locura. Como no sabíamos cuánto iba a durar esto y todo el mundo tenía un miedo terrible a organizar conciertos, cogimos las riendas aprovechando el mejor momento en el que las restricciones amainaron brevemente para inventarnos esta alternativa. Sin saber muy bien cómo iba a salir, lo pudimos disfrutar muchísimo, pero obviamente fue bastante ruinoso ya que todo corrió por cuenta propia. Eso sí, a nivel emocional nos vino súper-bien.
La verdad es que de aquellas éramos de lo más inocentes. Era una sensación parecida a la de estar empezando una relación con alguien, donde lo único de lo que te preocupas es del aquí y el ahora. Tuvimos la suerte de dar mutuamente con personas con las que nos entendíamos y vimos que de ahí podía salir algo decente. Sin embargo, la cosa cambia cuando pasas de seguir la inercia de los acontecimientos desde esa inocencia a hacerlo desde la experiencia, sabiendo a dónde queremos ir y planteándonos las cosas desde otro prisma gracias a las consecuencias. Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que no todo es la música, por ejemplo. Somos un grupo que le da mucha importancia a sus relaciones familiares, sin ir más lejos, y siempre nos hemos proyectado de una manera progresiva, creciendo poco a poco y con los pies en la tierra.
Estoy de acuerdo contigo al cien por cien. Yo he tenido momentos en los que girar me daba mucha ansiedad, pero pensar en que iba a vivirlo junto a Josu, Lore y Lander me tranquilizaba y me valía la pena, porque sabía que junto a ellas me iba a sentir cuidada. Pero esto también es algo que no viene dado, sino que hay que trabajar con el tiempo. Por ejemplo, recuerdo que Ginebras nos comentaron que decidieron ir a terapia de grupo para tratar su amistad entre ellas y me pareció algo súper-guay y ojalá todos los grupos lo hicieran. Hay que tener en cuenta que en un grupo se juntan personas muy diferentes y cada cual tiene una manera de diferente de expresarse y de cuidar el grupo. Mientras el grupo viva, el trabajo de cuidarse y aprender unos de otros no cesa.
Entorno a ese tema debo decir que tengo una visión algo desencantada. Antes de la pandemia estábamos todas bastante contentas de ver cómo estaban avanzando ciertas luchas sociales. Y nosotras desde el aprovechamiento del espacio que se nos otorga para decir ciertas cosas, siempre hemos tratado de dar nuestro granito de arena y generar espacios seguros para poder tocar. Es entonces cuando es realmente descorazonador ver que cuando empieza a volver la música en directo de pie tienes que volver a sentir que le debes la vida a cualquiera que te ha ofrecido migajas de curro y a aguantar a mucho pesado. Nosotras hacemos lo posible por avanzar y crecer personalmente, pero es realmente frustrante toparte con personas que siguen perteneciendo a otro siglo. Si algo hemos aprendido de nuestra experiencia reciente en EEUU es que se puede felicitar a las músicas por su trabajo, que es algo que siempre agradeceremos, pero se puede hacer sin dar la chapa.