Redacción: Fran González
A priori puede parecer que la mítica e imperiosa leyenda de los Nueve Desconocidos de Ashoka (una organización secreta de la India que supuestamente poseyó durante dos mil años avanzados conocimientos que han podido llegar a cambiar el transcurso político de nuestra sociedad) y el Dark Wave de nueva época no tienen mucho que ver. Sin embargo, es en el imaginario y el sentimiento de Ares Negrete Poveda donde encontramos ese delicioso nexo de unión que entrelaza y dota de sentido el misterio de esa leyenda indómita con el sonido más oscuro de finales del siglo XX. La del artista alicantino, escondido detrás de ese seudónimo que es Nueve Desconocidos, es considerada una de las nuevas voces representantes de esta nueva ola de jóvenes talentos prestos y dispuestos a reavivar una llama nostálgica e incipiente que bebe directamente de la raíz de esas bandas cuyo peso y calado siguen aun a día de hoy tan frescos y vigentes como en las últimas décadas del siglo pasado.
A pesar de no haber vivido de primera mano el nacimiento y apogeo de esa escena underground y lóbrega, Ares pertenece a una valiente generación que, sin renegar de la escena actual ni de su extraordinario potencial, se encuentra más cómoda y satisfecha entre referentes añejos y sonidos que mucho distan de ser tendencia. A título personal, Ares nos cita a sus familiares más cercanos como responsables directos de esa amalgama de influencias anacrónicas que definen su proyecto: “Resulta que cuando mi padre era joven hacía música muy similar a la que hago yo ahora, una especie de mezcla entre Depeche Mode y OBK, y después incluso llegó a tener un grupo de metal progresivo llamado OverLife que triunfó bastante.” comenta el artista, “Además, mi madre es bajista, así que por unas o por otras siempre he tenido presente la música en casa.” Como parte fundamental en su formación y en su manera actual de concebir la música, sin barreras ni etiquetas, Ares Negrete cita la peculiar mescolanza de géneros que le rodearon desde muy pequeño: “Es curioso porque mi madre tenía una parte más setentera y mi padre otra algo más ‘bakala’, ya que él sí que vivió ciertos resquicios de lo que fue La Ruta del Bakalao. Con mi madre descubrí a The Doors y con mi padre la tralla (risas).” Sin lugar a dudas, una ausencia de sesgos que define el éxito de una generación sin cadenas que limiten ni constriñan su creatividad: “Pienso que, en comparación a la generación de nuestros padres, hemos ganado en lo que respecta a apertura de miras musicales. Los géneros ya no están tan polarizados como antes. Ahora puedes ir a un concierto de Thrash Metal y después irte a una rave y nadie te tacha de ser menos puro por ello.”
Con esos principios libres de prejuicios, el alma mater que se halla detrás de Nueve Desconocidos admira con incredulidad y agradecimiento los enriquecedores resultados que su trabajo ha dado durante el presente año: “2021 ha sido una locura. A principios de año apenas superaba las mil escuchas en mi Bandcamp, pero un día subí un vídeo grabado por Adrián Bremmer (de VVV [Trippin’ You]) y por alguna razón, lo acabé petando. A raíz de ello, contactó conmigo el sello en el que actualmente estoy, Casa Maracas. Poco después terminé grabando un single con El Último Vecino y a la siguiente semana estaba en Madrid firmando un contrato con Warner.” nos cuenta el joven artista. “Todavía no me lo termino de creer. No soy católico, pero siento que tengo que agradecérselo a alguien superior.”
Ares también nos cuenta que su unión con Gerard Alegre, líder y vocalista de El Último Vecino, empezó gestándose cuando éste quedó fascinado por su tema titulado ‘Todos Mis Cristales’. Es tal la buena sintonía que ambos artistas han desarrollado que Ares ha acabado siendo un miembro auxiliar en los directos de la banda barcelonesa, además de incluir la voz de Gerard en uno de los temas más reseñables de su álbum debut, ‘Preguntas’. Y es que a golpe de sinte, distorsión, románticos punteos y tétricos ecos, el proyecto de Nueve Desconocidos ha logrado formalizarse con valía y puntería tras el lanzamiento de su primer trabajo en larga duración titulado “Primer Disco de Nueve Desconocidos Llamado Nueve Desconocidos” (Casa Maracas, 2021), que alberga una colección de diez canciones que recorren relatos de desamor, melancolía y ocultismo en clave de Post-Punk, New Wave, y Cold Wave, sin perder el toque casero y artesanal que su enfoque personal caracteriza. No obstante, y para reforzar la humilde y agradecida postura del alicantino, Ares nos recuerda el angosto camino que ha atravesado hasta llegar a recibir el reconocimiento de la crítica: “Llevaba contactando con sellos desde que tenía mi anterior proyecto, Dogma 95. Pero pasa algo fatal con el shoegaze y es que desgraciadamente no parece interesar demasiado a las discográficas. Estuve como cuatro o cinco años recibiendo negativas por todas partes. Los sellos de pop me decían que era muy gótico y los sellos góticos me decían que era muy pop.” Hasta que finalmente, Ares encontró en Casa Maracas (discográfica reconocida por apostar por talento joven y emergente como Las Dianas o No Sé A Quién Matar) el lugar en el que poder dar rienda suelta a su portento musical.
A pesar de sentir añoranza de su tierra siempre que ha tenido que desplazarse de ciudad por trabajo durante el presente año, Ares confiesa no encontrar el suficiente apoyo ni inspiración en su Alicante natal: “Es una ciudad bastante bonita. El recorrido que hay desde el centro de ésta hasta mi pueblo es precioso, con esas calas, y esos paisajes. Sin embargo, debo decir que es un lugar que me aburre un poco.”, añade el artista, “Sin ir más lejos, me ha costado un montón encontrar músicos en Alicante para tocar conmigo. Recientemente he contactado con un chico que se llama DJ Sablo, que es prácticamente la única persona que he conocido aquí que pincha New Beat y EBM, para que te hagas una idea. Y es una pena, porque Alicante fue una gran potencia en cuanto a creación musical durante los 80s y los 90s, pero ahora parece que todo eso ha muerto. Así que siento que si quiero crecer como artista, muy probablemente tendré que mudarme a una ciudad más grande.”
Ares ya ha podido llevar su propuesta al directo en insignes escenarios nacionales como el del festival TruenoRayo de Valencia o el de la Sala Clamores de Madrid, y con el fin de poner el broche de oro a un 2021 para enmarcar, el artista estará en la sala 16 Toneladas de Valencia el próximo 29 de diciembre, cerrando un año de ensueño y abriendo la puerta a otro lleno de esperanzas y proyectos.