Redacción: Felipe Martínez | Foto: Nerea Coll
Sónar 2019 dijo adiós con una escena de las que marcan una edición. Para los que tuvimos la suerte de poder presenciarla: la entrada de Cecilio G en el escenario SonarXS a lomos de un caballo fue de lo mejor de este Sónar. El Rey de Bogatell firmó un concierto que algunas voces del público calificaron como el mejor de su carrera. La confirmación del buen estado de forma de Cecilio G tras su paso por la cárcel y la consagración de Bad Gyal con su propio soundsystem, nuevo show que presentaba en Sónar, fueron las notas más positivas de Sónar de día.
A su vez, en un Sónar de noche en el que se ha cifrado la asistencia total en 59 mil espectadores, las actuaciones dominantes fueron las de Bad Bunny y Skepta, la última antes de un Kayatranada que ponía final a las últimas horas de cordura previas a los numerosos cierres hasta bien entrado el día. Una valoración general de que lo calificado últimamente como ritmos urbanos o música urbana, ante la (bendita) imposibilidad de clasificar todo lo que engloba, fue lo mejor y más multitudinario de un festival en el que también llenaron sus conciertos otros artistas del género como Stormzy, Octavian o Dellafuente. Con todo, el número de asistentes ha sido de 20 mil personas menos que en 2018.
Si ya sabíamos que la proyección internacional de Bad Gyal era inmensa, puede que comenzase a materializarse con sus aparición en Pitchfork y en FACT en su momento, esta ha transcendido el simple plano de la música. Después de su actuación en Primavera Sound 2018 en la que casi se despeña por el escenario apareciendo en moto, la artista catalana ha trabajado mucho su show, incluyendo el aspecto coreográfico, en el que ha trabajado con Soraya Lundy, quien se ha encargado de preparar las coreografías. A esto se le suma el Bad Gyal Soundsystem, formado por una tarima que descansa sobre cinco enormes cajas de bajos y más altavoces encima.
Lo que ella mismo calificó como una “rave de danchella futurista” es su espectáculo más grande y profesional hasta el momento. Con Fake Guido detrás de la mesa de sonido, como siempre, y agradeciéndole su presencia, demostró seguir siendo la de siempre en Yo Sigo Igual, a pesar de tener recién firmado su primer contrato con una major. Con el sol que azotaba el SonarVillage a las seis de la tarde, el patio central de la Fira de Montjuic estaba lleno de gente con ganas de bailar y de ver el estreno de Hookah y Santa María, sus dos temas más recientes. También tuvieron su momento las canciones de Slow Wine y un pequeño guiño a Pai en lo que hubiese sido lo mejor de la tarde si Cecilio G no hubiese aparecido a caballo.
No fue un caballo la única sorpresa en el concierto de Cecilio. Una lechuza llamada Macarena se posó sobre su mano en From Darkness With Love en un momento que le costó un pequeño enfrentamiento con alguien a quien pareció no gustarle el hecho de sacar un animal al escenario. Rifirrafes aparte, Limabeatz se encargó de disparar los beats de favela brasileña de Pikete Espacial y de una Ay Caramba! que vio la luz el pasado viernes. Tras todos los himnos como Million Dollar Baby o Gracias Gucci Mane, el timing del festival no permitió más, por lo que salió a hacer un pequeño freestyle a capella antes de despedirse definitivamente.
Fue un Fake Guido que después de pincharle a Bad Gyal por la tarde tenía su propia sesión programada en el escenario principal de Sónar de noche, justo antes de la actuación de Bad Bunny. La actuación del puertorriqueño se retrasó veinte minutos y disparó el nerviosismo del público alimentando los rumores de una posible cancelación ante el hecho de que estuviese en su país tan solo un día antes en las protestas en contra de Ricardo Rosselló. A las once menos diez de la noche aparecía sobre el escenario con unos pantalones y un chaleco militar y la cara tapada.
Una vez comenzó a cantar Ni bien ni mal no quedaron dudas de que era él. Aun así, la duda se estiró en las redes sociales con la broma de que podría ser un doble por el hecho de no poder ver su aspecto. No solo con las canciones de X 100PRE se metió al público en el bolsillo. Junto a la balada que es Una noche en Miami a la locura de La Romana, también repasó sus colaboraciones y singles más antiguos, como Si tu novio te deja sola, con J Balvin y el mega hit hace un par de años Soy peor. Para despejar todas las dudas sobre su presencia en Barcelona el sábado, dejó claro su compromiso con el público destapándose la cara antes de encarar la recta final y pidiendo una vez más la dimisión de Rosselló.
Si la actuación de Bad Bunny fue una de las más multitudinarias, el show de Skepta no se quedó atrás, ni en número de gente ni en reivindicaciones. Nada más comenzar, después de sonar That’s Not Me, pidió la liberación de su amigo A$AP Rocky, con quien colabora en una Praise The Lord que sonó inmediatamente después. Al llegar Bullet From a Gun, tema que abre su nuevo álbum, Ignorance Is Bliss, todas las pantallas se tornaron con los colores del mapa de calor que acompaña todo el arte del álbum, y de la autocrítica y el lamento de esta se pasó a la alarma de No Sleep. El rapero londinense, coronado hace tiempo como el rey del Grime, volvió a demostrar el porqué de este título en una actuación repleta de energía recíproca con un público que disfrutó con Energy y que enloqueció con las sirenas de Crime Riddim y It Ain’t Safe antes de desatarse la locura absoluta con Shutdown y Man.
Después de la actuación de Skepta, ya no había lugar para las rimas ni para los micrófonos. Del live de Kaytranada, con un setlist formado enteramente por sus propios temas o remixes se pasó al cierre de Honey Dijon y Louie Vega, uno de los b2b más esperados del festival y que puso a conversar sobre la mesa de mezclas a dos importantes figuras de la música house de antes y de ahora.
