REPION- SALA SIROCO MADRID
Redacción y fotos: David Moya
El año está llegando a su fin y, por tradición o por pura nostalgia y queramos o no, siempre hacemos balance de una forma inconsciente al llegar estas fechas. Por ello, probablemente nuestros protagonistas hoy deban seguir en una nube tras conseguir anoche completar el aforo de la mítica Sala Siroco de Madrid. Estamos hablando de Repion, que tras un año frenético en el que han conseguido tocar en un festival de la talla del MadCool, sacar un tema llamado Los Noventa que muchos medios se han atrevido a denominar como himno generacional; y como colofón, presentar un nuevo EP llamado Donde escapa la luz que hacía su puesta de largo anoche en la capital tras su exhibición el pasado fin de semana en su tierra, Santander.
El concierto en sí mismo fue pura luz con un trío entregado a su público desde el minuto uno, en el que decidieron empezar con el single del nuevo EP, Las flores en invierno. Y entre muchas otras cosas, a Repion les define su versatilidad y capacidad de hacer todo diferente. Prueba de ello es la cara que se les quedó a los asistentes cuando Teresa Iñesta se bajó de la batería para agarrar la guitarra acústica, coger el rol de la voz principal y regalarnos el momento más bonito de la noche con su Año de mierda. Pero la cosa no quedaba ahí, porque inmediatamente cogió la eléctrica y cedió a su hermana Marina la batería para interpretar Ciudad de vacaciones. Ya con los roles habituales de la banda, homenajearon a los ya desaparecidos Nudozurdo con su Ha sido divertido y tras un set potente, cerraron el concierto con Los noventa, entre pogos y coreado por toda la sala.
En una época en la que cada vez hay más grupos, marcar la diferencia es lo más importante, y Repion demostró anoche en la abarrotada Sala Siroco que tienen un estilo particular y que hacen de los directos su bandera derrochando fuerza y energía sobre el escenario. Nadie sabe a dónde van a llegar, ni siquiera la fecha del próximo bolo, pero quizás las hermanas Iñesta y el virtuoso Álvaro Prados deban reflexionar sobre lo que aconteció anoche y darse cuenta de que lo de ayer puede que marque un punto de inflexión en su carrera. Y eso es lo que cuenta, marcar un antes y un después en uno mismo, y sin duda el concierto de ayer en particular y el 2018 en general, va a ser recordado con cariño por la banda de origen cántabro. Y es que, sin duda alguna, 2018 no ha sido ni por asomo un año de mierda para Repion.