Con el 2015 bien avanzado, necesitábamos cuánto antes un festival al aire libre para quitar el mono. Y así llegamos ayer al Parc del Fòrum de Barcelona; con muchas ganas de disfrutar de la edición número 15 del Primavera Sound y de sus grandes confirmaciones.
Gracias a que este año el tiempo parece que acompañará un poquito más que en las dos últimas ediciones, la primera cerveza 'grande' nos la tomamos con muchas ganas al ritmo de Twerps. La banda australiana, muy agradecida por contar con más de diez personas en su horizonte, presentaron su último álbum Range Anxiety en un escenario Pitchfork con una buena entrada para la temprana hora en la que nos encontrábamos.
Su pop-rock luminoso con guitarras bien entrelazadas nos recordaron por momentos a bandas como Real Estate. La parte vocal, tal vez no sea su fuerte, pero clavaron temas como Stranger, Simple Feelings o Shoulders, y en su primera visita a Barcelona nos dejaron con un buen sabor de boca y con ganas de algo más potente como el esperadísimo concierto de Viet Cong.
Viet Cong, una de las apuestas más interesantes por parte del sello Jagjaguwar (Sharon Van Etten, Bon Iver...), fueron la gran decepción del jornada. Y es que su característico e intenso post-punk se quedó entre el escenario y la primera fila del público, amigos. Con un sonido 'a por uvas', como ya avisamos por twitter, la voz de Matt Flegel por las nubes y una batería que parecía estar metida en un vaso de plástico, el concierto quedó totalmente deslucido. Fue una pena no poder disfrutar de la presentación de su disco debut homónimo y esperamos con muchas ganas una nueva visita a España para poderles ver 'en sala'. Mal.
Por suerte, este pequeño bache en el camino protagonizado por los de Calgary nos permitió disfrutar de los últimos cuatro temas de Giant Sand. Con un Howe Gleb arrebatador comiéndose el escenario Ray-Ban, la banda de Tucson nos pusieron en pie con rock fronterizo y una ejecución impecable, que solo se consigue cuándo tienes más de más de veinte discos publicados.
Personalmente, no soy 'fan' de revivals por parte de bandas que no comencé a ver cuándo llegaron a escenar por primera vez. Y claro, uno no es tan mayor como para haber estado en la edad de oro de Replacements. No obstante, la banda liderada por Paul Westerberg y Tommy Stinson nos sorprendió grátamente con vitalidad y puesta en escena de temas ochenteros como Taking a Ride, Color Me Impressed o Can’t Hardly Wait.
Por cierto, nos 'fliparon' las concesiones en formato 'versiones' gracias a reinterpretaciones como I Want To Back de los Jackson 5 o My Girl Lollypop de Cadillacs.
Con Replacements despidiéndose del personal, pusimos la directa para llegar a tiempo al concierto de Mineral en el escenario Pitchfork. Junto con American Football en la jornada del sábado, la banda de Houston ocupaba ayer uno de de los sitios más destacados en la típica tabla de horarios que uno lleva en bolsillo.
Como fan total del emo de los '90 y primeros coletazos del '00, vease The Appleseed Cast, Brandtson, Braid, Texas Is The Reason, The Juliana Theory y muchos (muchos) más, esperaba que Mineral me llevara 15 años atrás...cuándo uno disfrutaba de este tipo de bandas en aforos de 13-15 personas. Y así fue.
Desempolvar canciones de The Power Of Failing y Endserenading como las míticas Gloria, Palisade o Five. Eight and Ten, fue algo especial y sonaron de fábula. El Pitchfork no se llenó con este revival, pero fue sin duda uno de los conciertos de la noche.
Y justo después de finalizar Mineral, llegaba 'la decisión'. Tras unos cuantos días intentando decidir si ver a Chet Faker o a The Black Keys, nos decantamos por la opción 'segurolas' y basada en la experiencia del tremendísimo directo que Dan Auerbach y Patrick Carney ofrecieron hace unos años en Madrid, y de su última y correcta visita al Bilbao BBK Live 2014.
Y creo que fallamos. Tal vez estábamos predispuestos a querer cambiar de escenario al primer 'pero' que viéramos, pero el comienzo de The Black Keys nos pareció apagado. Aunque la voz y guitarra de Auerbach sonaba bien, la batería de Carney estaba lejos de acompañar las melodías de canciones como Dead and Gone y esa mezcla de rock-garage y blues no parecía empastar del todo.
De hecho, creemos que hasta el tercer tema en su setlist, Gold On The Ceiling, el público no comenzó a entrar en el juego de los de Ohio.
Con esta pequeña sensación de estar perdiéndonos algo en el escenario Ray-Ban, redirigimos nuestros pasos para encontrarnos con Chet Faker.
Para cuándo llegamos al escenario ocupado por el australiano, las luces, los ritmos entre la electrónica y el trip-hop y la impresionante voz de Faker ya habían empapado a los asistentes, que bailaban y movían a su ritmo...cada uno a su estilo.
Con tan solo un LP publicado, el excelente Built on Glass, Nicholas James Murphy es un titan que pone a su merced toda la cacharrería que le rodea y que llegó acompañado de una impecable banda para rematar el sonido más orgánico de temazos como 1998, Melt, Talk Is Cheap o el brutal Gold (sin patinadoras, eso si).
Excelente broche final para la primera jornada del Primavera Sound 2015.
Más | Primavera Sound 2016