Redacción: Dani Arrizabalaga y Asier | Fotos: Dani Arrizabalaga
DANI
El imponente festival madrileño estrenaba su tercera edición con un cartel de primer nivel, consolidándose así como uno de los grandes eventos musicales a nivel europeo.
Para esta primera jornada, el plato fuerte de la noche era nada más y nada menos que los norteamericanos Pearl Jam. Lógicamente, con un lineup tan extenso y con actuaciones solapadas en los diferentes escenarios, nos obligó a decantarnos por unas bandas y dejar de lado a otras.
Nosotros empezamos la tarde acudiendo a la cita con el señor Mark Oliver Everett y sus Eels. En un escenario decorado con unos grandes focos de luz calida, Mark y su banda salieron a escena con ganas de dar un concierto animado y enérgico. La actitud y el buen hacer lo tenían, pero no llegaron a conectar del todo con el público, canciones un tanto densas y estáticas.
Centrados sobre todo en su último trabajo The Deconstrucction, cumplieron con temas como el campechano y positivo himno Today Is the Day o Bone Dry. No faltó su hit Novocaine for the Soul con un sonido algo más rockero, normal en una banda que ha sufrido tantos cambios de formación y ha pasado por tantas etapas.
Turno para Fleet Foxes, una banda impecable en ejecución, sensibilidad y clase. Una banda que se disfruta mucho más en directo que en disco. Abrieron con la ascendente Grown Ocean e hicieron las delicias de los presentes. Se nos puso la piel de gallina con su obra maestra Mykonos, un tema redondo y perfecto.
La cantidad de gente en el recinto empezaba a ser considerable, y es que llegaba la hora de ver a los australianos Tame Impala. Psicodelia, proyecciones abstractas y confeti de colores. Salieron a escena con ganas de dar lo que se esperaba de ellos, una propuesta muy cuidada y a la altura de las dimensiones que está alcanzando el grupo.
Arrancaron con Nangs, Let it Happen y la mítica Sundown Syndrome, para finalizar con confeti y comunión entre banda y público gracias a Feels Like We Only Go Backwards. Un tema enorme que todo el mundo cantó a pleno pulmón. Sonidazo y buena selección de temas, todos contentos.
Antes de Pearl Jam quisimos acercarnos al escenario KOKO para ver a los respetadísimos Yo La Tengo, y con razón. Creatividad al servicio de canciones que transitan entre el pop más melódico y preciosista y el noise más crudo y sucio. Clase magistral de una de las bandas más destacadas de la escena Indie. Con 15 discos a sus espaldas es difícil hacer una selección de temas para tocar en directo, pero casi no importa, cualquier elección va a ser buena tocando con ese energía y actitud. Uno de los grupos triunfadores de la noche. Gracias.
Y llegaba el momento más esperado de la noche, Pearl Jam. Mientras se deslizaban hacia abajo unas bolas de luz violeta dieron comienzo a su show con la grandiosa Release, alcanzando un nivel de intensidad inmenso en el primer tema. A partir de aquí todo fue hacia arriba.
Eddie recordó el paso de la banda por Madrid en la gira del Ten en la mítica sala madrileña Revolver. Ha llovido desde entonces, y está claro que no son los mismos, es una banda más madura y refinada. Puede que ahora apuesten más por cuidar el sonido sacrificando algo de punch y garra, pero eso no supone ningún problema. Mantienen la misma actitud, las mismas ganas y el mismo compromiso con el directo. Son una banda que sigue transmitiendo frescura, cercanía y con un directo arrollador. Vedder se mostró muy hablador, dedicando unas palabras a la gente de loca Madrid, diciendo que el ama la locura.
Su setlist ofreció himnos generacionales que no caducan, es más, se revalorizan con el tiempo. Repaso extenso al Ten, donde no faltaron Black, Jeremy, Even Flow, Alive o Porch, y en la que en esta última canción Eddie bajo al público y se mostró cercano y agradecido, algo que en realidad no es destacable, está gente son así.
Destacamos la genial Lukin del No Code, Do the Evolution del Yield o la preciosa Sirens de su ultimo disco Lightning Bolt, además de unas cuantas obras maestras más que sonaron a lo largo de dos horas largas de show.
Sinceramente, da un poco igual si este tema entro dentro del repertorio o este otro se quedó fuera, lo importante es destacar que es una banda que sigue al pie del cañón, manteniendo la llama y emocionándonos a todos en cada acorde y grito desgarrado. Memorable el momento en el que Vedder salió al escenario en el bis para interpretar Just Breathe, apabullante Rearviewmirror y final en lo alto con Rockin´in the free world de Neil Young. Cuando quieran y donde quieran, una mil veces más. Hasta pronto.
Kasabian eran los encargados de mantener la intensidad después de la energía creada por los de Seattle, y lo consiguieron tirando de oficio. Salieron entregados y con un sonido demoledor. Destacamos esos ya clásicos atemporales Underdog, Club Foot o Empire.
Parada técnica para descansar un poco y afrontar uno de los diamantes en bruto que nos ofrecía esta primera jornada, los inconmensurables The Last Internationale. Rock sin medias tintas, directo, sencillo y efectivo. Empezamos a oír la potente voz de Delila Paz entonando la canción de Branford Marsalis “Berta, Berta” mientras el trio salía al escenario, impresionante. Killing Fields, Fire o Hard Times Sonaron enormes. Concierto mayúsculo.
ASIER
La crónica realizada por Dani es lo suficientemente descriptiva como para volver a repetir lo grandioso del concierto que ofreció ayer Pearl Jam, así que dejaré ese pasaje para las charlas entre amigos.
No obstante, me gustaría añadir mi opinión respecto a otros dos grandes conciertos que pudimos ver ayer, además de un par de reflexiones respecto al tema organizativo de esta tercera edición del Mad Cool Festival.
A eso de las 21:00h nos acercamos con cierta reticencia al escenario en el que estaba actuando Leon Bridges, pero la formula 'clásica' de soul y rock, bajo un sol que comenzaba a dar cierta tregua, funcionó de lujo.
Acompañado de una gran banda y coristas que empastaban a la perfección con la voz de Bridges, el show fue animado, fresco y con un setlist de lo más cuidado capaz de contentar a seguidores hardcore, así como a otros aventureros o 'gente que pasaba por ahí'.
Por otro lado, después de ver a Kasabian, mi noche terminó con Japandroids. Los minutos cerca de esta banda fueron, posiblemente, el concierto más auténtico del día. El dúo de Vancouver siempre está bien engrasado para ofrecer una descarga eléctrica de punk-rock y post-punk capaz de animar a un muerto.
La actitud encima del escenario por parte de Brian y David, también se vio reflejada en los pocos que se acercaron al escenario KOKO, que disfrutaron del guitarreo, los pogos y el sudor de un auténtico concierto de rock.
El setlist, bastante acertado, se basó principalmente en sus dos últimos discos, el aclamado Celebration Rock y el cercano Near To The Wild Hear Of Life, y sonaron hits de lo más coreados como The House That Heaven Built, Near To The Wild Hear Of Life o Younger Us, entre otras.
Una delicia, volved pronto. Se os quiere.
Por último, tal y como habréis podrido comprobar, la crónica está 100% centrada en la música. Esto no implica que no sufriéramos la regulera organización del día de ayer... pero creo que ya está suficientemente documentada en las redes sociales y que cada uno podrá sacar sus propias conclusiones.
Solamente esperamos que todo se solucione en esta segunda jornada del Mad Cool Festival que tendrá lugar hoy y que todos los asistentes disfruten de sus bandas favoritas y de la música en general, que es en definitiva de lo que se tratan los Festivales. O al menos eso debería ser.