Redacción: Bruno
El quinteto de Leeds está de gira Europea para presentar su último trabajo: Duck (publicado en julio del año pasado); y, el jueves día 6, estuvieron en la sala Razzmatazz de Barcelona para tocar sus nuevas canciones y hacer un repaso de su ya aclamada discografía.
Con una puntualidad británica y la canción Money for Nothing de los Dire Straits de fondo, Ricky Wilson, ataviado con un traje vaquero blanco y negro, y de rubio platino, proclamaba “Somos Kaiser Chiefs” ante los presentes para dar inicio así al concierto de la banda que lidera.
Con una puesta de escena consistente en una taller mecánico y muñecos hinchables bailarines, Wilson inició el set con People Know How To Love One Another como carta de presentación del nuevo álbum. Descrita por el propio Ricky como el antítesis del clásico Eveyday I Love You Less and Less de la banda, se trata de una melodía estimulante y apasionada (feel-good song) que reclama, en una Europa envuelta por el Brexit, la unidad de las personas.
Establecida la pauta de lo que sería un concierto entretenido y acelerado, el cantante, que ya percibe que está ante un público entregado, entona a viva voz y de manera desgarradora el Na Na Na Na Naa del primer álbum de la banda Employment -disco que, aunque parece mentira, ya cumple 16 años-. Abierto el baúl de los recuerdos, es el turno de Everything Is Average Nowadays del mismo trabajo y Factory Gates del Education, Education, Education & War.
Habiendo calentado motores, el frontman baja la intensidad para hacer sonar la canción Parachute del álbum Stay Together. Balada que tiene un sonido Killeriano y una letra que firmaría el propio Chris Martin.
De vuelta al presente, Wilson prosigue la noche con Target Market (Duck), Coming Home (Education, Education, Education & War) y Golden Oldies (Duck), a sabiendas que, en breve, él pondrá al público a mil revoluciones.
Y, así fue. Everyday I Love You Less And Less -olvidada se quedaba People Know How To Love One Another- y Ruby, tema principal del álbum Yours Truly, Angry Mob, hicieron a la muchedumbre corear y saltar de manera unísona estos himnos clásicos de Kaiser Chiefs.
Estas canciones sacaron a relucir el lado más desenfrenado y energético del ex-coach de La Voz británica, que empieza a hacer volar el micrófono y bailar su pandereta. Incluso prueba en un par de ocasiones el famoso Ay-Oh de Freddie Mercury.
Como una montaña rusa, era momento de bajar las pulsaciones de los asistentes antes de los siguientes loops. El vocalista presenta otra canción del nuevo disco: Northern Holiday; y saca polvo a canciones de álbumes menos conocidos o populares del grupo como Hole In My Soul (Stay Together) y Never Miss A Beat (Off With Their Heads).
Fue entonces que Ricky y su panda sacaron su principal arsenal e hicieron explotar a Razzmatazz con I Predict a Riot (Employment) y The Angry Mob (Yours Truly, Angry Mob); principales razones por las cuales varios de los asistentes vinieron a verlos (aunque seguro que no se decepcionaron con los entregables de Duck).
En el encore, Kaiser Chiefs entrega Record Collection, también de su último álbum, y finaliza la velada con Oh My God (Employment). Una noche llena de nostalgia pero de ilusión porque Kaiser Chiefs sigue, y esperamos que por mucho tiempo, haciendo a la gente bailar y, sobre todo, cantar; siendo uno de los pocos grupos del planeta capaces de convertir sus conciertos en un entrañable sing-along. Y, el público de Razzmatazz fue coro perfecto.