Redacción y fotos: Blanca Gemma
El zaragozano Johnny Garso se lanza de nuevo a los escenarios, esta vez con temas también en castellano, estrenando su directo post-covid en la sala El Sol de la capital y dentro de la programación de Inverfest 2022. Y sí, de entre las sombras pasadas, una luz se arrojó sobre la sala en la noche del 19 de febrero, con un Johnny Garso iluminado por el público, que hizo brillar sus canciones notablemente emocionado por su regreso a las tablas.
It’s not like in the 80s y Let the light in iniciaban entonces el concierto, unas canciones de calentamiento que hicieron acercarse al público aún más a la tarima para comenzar lo que iba a ser una gran celebración de este Hijo del Caos, Hijo del RocknRoll. Una visión musical donde la calma no encuentra espacio, tampoco así el directo anodino, porque el artista y su Electric Soul ya empezaba a remover a sus incondicionales, entre pogos y algún que otro “stage diving” y “crowdsurfing” que se sucedería a lo largo de toda la noche desde entonces entre los ritmos más frenéticos de sus canciones.
Pero como bien nos prometía el frontman, que se encuentra en un proceso de transición, Matorrales iniciaría un setlist dedicado entonces al castellano. Tras Fake Face, su canción más “poppy” con un punteo fresco que bien puede recordarnos al tono festivalero de los Two Door Cinema Club, y Who You Really are? donde el público acompañó el ritmo de Monchu López, batería, con palmas, llegaría Luca Ching para acompañar en Tsuki (tema en colaboración que lanzaron juntos hace ya dos años) y No Lo Verás en Vida a Johnny, desatando la locura, más si cabe, en la Sol.
Un caluroso abrazo entre ambos cerraba la colaboración del modelo y artista urbano y abría la herida de Amor de Carretera, su pasada historia con las drogas y la sensación de pensar, según el frontman, que dominas tu propia vida. Se atrevía con la acústica como despedida, en Tengo Celos de la Arena y el Viento y entre la notable emoción, lágrimas y agradecimientos, nos regalaba un final apoteósico, con cuatro temas más en los que el pogo enervó a la sala, empapada en sudor, vibrando entre los acompasados saltos y donde el propio Johnny fue incapaz de mantenerse en la tarima, bajando a poguear y corear con su público, celebrando el fin de este nuevo comienzo con Piedra a piedra y Espada y Rosa.