Redacción: Javier Nieto
La noche pintaba fea en Madrid y los albores del invierno hacían presencia sobre las céntricas calles madrileñas, pero era la fecha elegida por Izal para organizar una gran fiesta con mecenas y amigos para agradecerles lo que hoy son y todo el esfuerzo realizado durante todos estos años.
Allá por el 2012 y 2013, Izal publicaban sus dos primeros discos con la inestimable colaboración de un grupo de mecenas que respondieron a su llamada de crowdfunding y que hicieron que con tan solo 3.000 y 8.000€ respectivamente se pudieran producir y salir al mercado Magia y efectos especiales y Agujeros de gusano. De gran importancia fue la labor del productor de aquellos disco, Luca Petricca que consiguió catapultar a Izal desde el estudio a los grandes festivales.
A partir de aquí la historia de Izal es bastante más conocida y con sus dos últimos trabajos; Copacabana (2015) y Autoterapia (2018) se han convertido en una de las mayores bandas del panorama indie nacional. Sus conciertos son multitudinarias congregaciones de fieles que abarrotan las explanadas de los festivales o compran todas y cada una de las entradas disponibles en pequeños recintos. Ayer aprovecharon que se les entregaba el disco de oro por Autoterapia (bastante destacable en los tiempos que corren para las ventas de discos), para derrochar todo el amor y saber hacer sobre el escenario delante de los suyos; familiares, mecenas y amigos. Como Mikel explicó, lo de anoche no era un concierto, era una fiesta, una fiesta de agradecimiento para todos aquellos que les habían llevado a lo que resultaba inimaginable tan solo 6 años atrás.
En lo meramente musical, repasaron temas de sus cuatro discos, como no podía ser de otra manera, con interludios que Mikel aprovechaba para contar anécdotas y datos de la banda. Autoterapia abrió el concierto al igual que su homónimo disco, del que sonaron otros temas como La increíble historia del hombre que podia volar pero no sabia como o Pausa. Copacabana y El baile fueron muy bien recibidas por las caderas del personal, mientras que las canciones de aquellos dos primeros discos fueron las que mostraron mayor emotividad en la sala. La personalísima Pequeña gran revolución, con dedicatoria para sus sobrinas, Pánico Práctico, con su contexto social sobre el acoso a las mujeres o Que bien, con la graciosa historia sobre su creación, fueron otros de los momentos culmen de la velada. La noche tocaba a su fin y con Magia y efectos especiales y La mujer de Verde, dos de las canciones de su primer trabajo dejaron claro que Izal empezó en esto de la música con muy buen pie, pero que todavía hoy pasean con paso firme sobre el mercado musical español.
Para poder demostrar toda esta breve e intensa trayectoria acaban de programar una serie de conciertos para 2019. La gira Autoterapia paseará por España y Europa (Dublin, Londres y Zurich), con un nuevo montaje y con repertorio renovado. Esperamos que esta nueva gira depare al menos los mismos éxitos para Izal que lo que está siendo su meteórica carrera de la cual no sabemos dñibde ponerles límite. Que no pare el baile con Izal.