Redacción: Laura Ventosa
¿Cómo puede ser que un grupo con tan solo el álbum de debut recién lanzado esté nominado a los Grammy Awards 2016 como Best Rock Performance? El sábado pasado pudimos salir de dudas, en nuestra visita la Sala Razzmatazz donde tuvo lugar la primera actuación de Wolf Alice en Barcelona.
Público y grupo aparecieron puntualísimos al evento. Ellie Rowsell (voz y guitarra), Joff Oddie (guitarra y voces), Joel Amey (baterías y voces), Theo Ellis (bajo y voces), configuran la artillería de Wolf Alice.
La expectación era muy grande. Ya hace algún tiempo que redes, crítica y medios van repletos de Wolf Alice. Se trata de la banda británica revelación del momento, nominada a varios premios internacionales. Nada más empezar el concierto, los primeros acordes fueron el presagio de lo que iba a acontecer. No estábamos frente a un grupo debutante como tal o frente a un grupo revelación ni nada por el estilo. A pesar de pequeños problemas iniciales de Rowsell con el pinganillo y la guitarra, ya desde el inicio apuntaron maneras. 'Bros', 'Lisbon', 'Fluffy', 'You're a germ', 'Moaning Lisa Smile', entre otras, fueron las responsables de hacer enmudecer al público.
Desde Londres la banda no ha hecho más que hacer romper la cabeza a todo crítico, con su estilo inclasificable, se puede leer de todo, indie rock, hardcore, indie folk, garage, grunge, y una infinidad más de apelativos clasificativos. Y de hecho durante el concierto resultó inevitable reconocer grupos en cada una de las canciones, tirando del archivo mental de cada uno, algunos de ellos pudieron ser The XX, Blonde Readhead, Hole y Elastica. En una entrevista reciente la banda aseguró que lleva más de 5 años ensayado y tocando, y que su diversidad musical refleja la amplitud de gustos que tienen cada uno de los miembros de la banda.
El directo fue sublime, parecía que llevasen años y años de carretera y manta por todo el mundo. Presentaron los temas de su aclamado álbum de debut “My love is cool”, cada uno de ellos llevados a una perfección sorprendente. Tras el bis las primeras notas en sonar fueron las de 'Turn to dust', canción que abre el disco, para seguir con “Blush” con Rowsell brillando e imponiéndose con mucha fuerza, fue todo un viaje. Cerraron con ‘Giant Peach’, que nos transportó, como no podía ser de otra manera, a otra referencia musical, pudiendo jugar y apostar por Yeah Yeah Yeahs y doblar la apuesta por su disco “Show your bones”.
Aún así, esperemos que no lo dejen en manos del azar y en su segundo trabajo puedan ir adquiriendo una identidad propia, sin beber de tantas influencias musicales porqué el directo ya lo tienen ganado, y con marca propia fiel a su nombre, el directo de Wolf Alice es inocencia sin ningún tipo de miedo.