Redacción y Fotos: Blanca Gemma
La Sala Paqui (la antigua Sala BUT) recibía el pasado domingo al combinado de bandas Games We Play, Lauran Hibberd y All Time Low para traernos de vuelta la escena pop punk, reuniendo a una de las grandes bandas del género de vuelta a la capital madrileña.
A pesar de ser domingo, el sold out se hacía latente con el pronto inicio de la sensación de Tik Tok (y artista más reciente de Fuled By Ramen) Games We Play. Un frontman, Emmyn Calleiro, del que desbordaba pura energía para estrenar esta gira europea con Get A Job, álbum que recupera todas las características de los éxitos headbangers del pop punk pasado. De hecho, no dudó en animar al público con su propia versión de Mr. Brightside, y despertar sonrisas con algunas de sus canciones, cuya letras traen consigo historias de amor hilarantes como en St. Girlfriend.
Tras este calentamiento, llegaba Lauran Hibberd (una especie de Avril Lavigne británica) para transmitirnos buen rollo y mucha locura, con una actitud que llenaba el escenario por completo a base de saltos y momentos de confidencia con sus músicos. Un setlist comprimido de 7 canciones que sirvió para conocer gran parte del repertorio de la banda, sonando temas de su último álbum Garageband Superstar como Hole in the Head, I’m Insecure o Hot Boys, que enlazó con el clásico Sk8r Boi; También pudimos escuchar Bleugh, un single muy potente gracias a las combinadas partes de spoken word con marcados riffs distorsionados, versus unas guitarras en partes vocales con melódicas más poperas, con el que inició su concierto. Y si empezaron por todo lo alto, constatamos que acabarían por los suelos (aunque elevando el ánimo del público) con Still Running 5K, un título que les sirvió de excusa para desmayarse en éxtasis sobre la tarima.
Sonaba así PMA cuando All Time Low se mostraba ante una sala eufórica, poniendo a prueba uno de sus últimos lanzamientos por primera vez en directo. Como nos avanzaban en nuestra entrevista esa misma mañana Alex y Jack, que pronto publicaremos, esta fecha era muy importante para ellos porque explorarían por primera vez en Europa canciones como Sleepwalking o Tell Me I’m Alive, de su próximo álbum homónimo, que por cierto funcionaron muy bien. Su setlist, más que coherente, reunió nuevos hits como el coreable Monsters, que dejaron para el final, con grandes clásicos de la banda: Something’s Gotta Give, que despertaba las lágrimas en los rostros de algunos fans o Somewhere in Neverland de su aclamado Don’t Panic: It’s Longer Now!, que estallaba en la sala, convirtiendo aquello en una gran celebración de los ya 20 años de la banda. Una fiesta que no cesaba, donde la banda también tomó su tiempo para dirigirse al público, dialogar en ciertas ocasiones con ellos y regalar decenas de púas entre canciones... todo un acercamiento, bastante único dada la actual envergadura de la banda, que el público agradeció en todo momento. Y es que los fans abrazaron calurosamente Lost In Stereo, participando en todo momento en los coros de su estribillo, o Dear Maria, Count Me In que hizo de la despedida una completa locura, con toda la sala entregada a Alex Gaskarth y los suyos, en una velada muy familiar.
Realmente, se echaba en falta tanto el regreso del pop punk como un concierto así, pero para quien no tuvo la suerte de poder asistir, también prometían volver por todo lo alto a un recinto mayor muy pronto. Un paso por Madrid en el que dejaron muy claro que aquí están de vuelta... ¡de la mejor forma posible y con muchas ganas de estrenar su próximo proyecto!