Redacción: Felipe Martínez
El trompetista israelí Avishai Cohen se dejó caer por el Festival Internacional de Jazz de Madrid ante un lleno absoluto de la Sala Guirau en el Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa.
No debe de ser confundido con el bajista de mismo nombre, aunque quien esté algo enterado sabrá que poco tienen que ver. Cohen se presentó con su banda en formato de cuarteto, acompañado de una batería, un contrabajo y un piano. Se le ha tachado muchas veces de discípulo del propio Miles Davis, y aunque haya que salvar siempre las distancias, su virtuosismo y talento en ocasiones recuerdan al mítico músico.
Después de una mínima introducción a cargo de la banda, se lanzó con el primer solo de trompeta. Las dos primeras piezas que interpretó fueron Will I Die, dedicada a la gente que sufre los horrores de la guerra en Siria, y Shoot Me In The Leg, un tema que representa a quien no teme enfrentarse al sistema establecido. Tras estos dos intensos pasajes, interpretó Life And Death, de su álbum Into The Silence. Colocó la sordina en el pabellón de su trompeta y procedió a ejecutar la emotiva pieza que dedicó a su padre.
Uno de los mejores momentos de la noche fue la interpretación de Dream Like A Child, un tema que alterna entre el trío y el cuarteto. Mientras que la primera mitad solo tenía presente piano, batería y contrabajo, al rato se volvió a sumar Cohen para hacer las delicias del público con su forma de tocar impoluta, como si no tuviese dificultad alguna.
Cumplida la hora de concierto, procedieron a hacer una despedida en falso para volver a salir e interpretar unas piezas más, llegando casi a las dos horas de actuación. El broche final lo puso la interpretación de un poema sin titular de la poetisa israelí Zelda.
