Redacción: David Moya
Tres años hace ya de ese Days of abandon, que tanto supuso para unos chicos de Nueva York que, quizás, jamás pensaron que trascenderían fronteras y llegarían tan lejos como para que desde España escribieran sobre ellos. Tres años después, The pains of being pure at heart están de vuelta con un disco que, ya os lo adelanto, es fascinante de principio a fin.
The echo of pleasure, que es el nombre que recibe este trabajo, es un disco lleno de sentimiento y queda patente desde el primer tema hasta el último. My only abre este álbum para hablarnos de lo especial que es una persona y hacérselo recordar para que no lo olvide.
¿A quién no le han dicho nunca lo que debe ser como si uno no fuera suficientemente maduro como para decidirlo? Creo que a todos o casi todos alguna vez en la vida. De eso se quejan en Anymore que, además, es la canción que más me ha gustado. Ya me diréis si coincidimos.
The garret, Falling apart so slow y The cure for death siguen una misma línea. Mucha guitarra, batería notable, sintetizadores y teclados maravillosos que llevan las canciones de un lado a otro y consiguen hacer contigo lo que quieren.
Las más tranquilitas e introspectivas son So true y Stay; sobre todo esta última, ya que tiene una melodía muy lenta y oscura, acompañada de una letra muy bonita. Esto es una obra maestra en toda regla. Os dejaré solo un verso y juzgáis vosotras y vosotros mismos: “When the music dies and the lights come on, I’ll stay with you”.
En resumen, podríamos decir que el disco habla de alguien que ya no está, pero sigue rondando en la cabeza de Kip Berman. Así lo demuestra un fragmento de The echo of pleasure, canción que da nombre al disco. “That was then and this is nowhere, ‘cuz you are nowhere near. And I can still hear the echo of pleasure” dice el final de este tema, que pretende ser toda una intención de positividad para superar una relación, del tipo que sea.
Seguro que aún quedas muchas joyas por desvelarse antes de que acabe el año, pero tras escuchar varias veces este nuevo trabajo de los de Brooklyn, tengo que decir que para mí es uno de los mejores discos de este 2017. Al menos de los que he escuchado yo hasta la fecha. Melodías correctas, un sonido muy limpio y letras desgarradoras con un sentido muy claro. No les daré un diez ya que, las personas que me conocen lo saben, soy muy exigente; así que lo dejaremos en un nueve, porque todo es mejorable.
Ahora cada vez que lo vuelva a escuchar, solo me quedará levantarme de la silla y aplaudir.
* The echo of pleasure llegará a las tiendas a partir del 15 de septiembre.
