Tras poner fin a una primera y fructífera etapa en solitario con un recopilatorio que acogía sus mejores éxitos en masculino singular (Back The Way We Came: 2011-2021), el más longevo de los Gallagher demuestra que no requiere de rumores ni de promesas con sabor a melancolía rancia para firmar un trabajo competente y funcional que cumpla exactamente con lo que se espera de él en 2023. Con un pie en la nostalgia más hogareña y otro en el afán de querer continuar siendo pertinente, Noel Gallagher recorre en Council Skies (Sour Mash Records, 2023) los suburbios de su Manchester natal, invocando a sus más imperecederos referentes a fin de salirse del molde lo justo y necesario, recordándonos de paso por qué hay fórmulas que pueden perder peso o vigencia, pero nunca efecto e impacto.
Así lo comprobamos desde el principio, de la mano de un tema nuevo y esperanzador (I’m Not Giving Up Tonight), con tono añejo y a la Northern Soul, escogido inteligentemente para abrir el disco y convertirse en una de nuestras favoritas a la primera escucha. Un triunfo que le apuntamos también en el resto de las entregas previas que éste nos brindó, pues Noel es perro viejo y golpes tan certeros y radioformulables como Pretty Boy o capítulos tan luminosos y entrañables como Open The Door, See What You Find no son precisamente casuales (como tampoco lo es que en ambos esté impresa la firma del legendario Johnny Marr).
Con un manojo de pretéritas memorias agarradas del puño, y un discurso destinado a ahondar en sus primeros reveses, tropiezos y lecciones (“Taking the long way home, so we can be alone / catching the butterfly, under the council sky”, canta en la homónima Council Skies), el mancuniano no escatima a la hora de firmar sus mejores baladas (exquisitamente acompañadas de una maravillosa sección de cuerdas) con las que logra tocar nuestra fibra más sensible y engrosar su no escueta lista de éxitos personales. Ya bien sea jugando con las posibilidades (más que patentes) de su voz, a través de ensoñadores cortes que automáticamente erizan el vello (Dead To The World), o entregando una preciosa diatriba que bien podría hacer las veces de diario de auto-ayuda, para esos momentos en los que la vida te pone la zancadilla (Then She Blows!), Gallagher confirma no necesitar de reinvenciones rebuscadas ni de un elevado nivel de composición para originar himnos que invitan directamente al coreo más emocional (“I’ll be there, I’ll wait for you I swear / Your destination comes without a fare”, canta entre acordes empleados hasta la saciedad para la pegadiza Easy Now).
A diferencia de la carrera trazada por su fraternal némesis, a lo largo de los once temas de Council Skies no veremos a Noel romper la baraja más de lo necesario –pues tampoco parece hacerle falta-, y su imaginario le llevará instintivamente a replicar esos añorados tropos estilísticos (Trying To Find A World Tha’ts Been And Gone, Pt. 1) que satisfarán de pleno a aquellos que siempre hayan sentido debilidad por la propuesta del ex-Oasis en solitario. Además, parece haber confesado recientemente que de la hornada de Council Skies también salieron varios temas que bien podrían conformar nuevos trabajos de larga duración a lo largo de los próximos años, garantizando así que para sus respectivos y futuros altos vuelos, no necesita copiloto alguno.