Lo prometido es deuda, y tan pronto como el sexteto de Cabrils avivó nuestras expectativas con aquellos maravillosos Eternity Mingled With The Sea (BCore Disc, 2021) y In The Cold Season (BCore Disc, 2021), teníamos claro que el cierre de su trilogía solo podía ser por todo lo alto, y así lo confirma Conundrum (BCore Disc, 2023), un maravilloso punto y aparte para el regreso de Madee con el que sus miembros rompieron en 2021 un silencio de nada más y nada menos que siete años.
El responsable de avivar esta rueda, tal y como ya nos comentaron los propios Marc Prats y Pep Masiques en la entrevista que mantuvimos con ellos hace un par de años, es nuevamente el poeta norteamericano Mark Swanson, cuya lírica, adaptada a una realidad cercana y próxima al sexteto catalán a través de la voz de Ramón Rodríguez, se convierte en la raíz de un discurso melancólico y meditabundo en colores sepia que nos traslada a escenarios lluviosos y llenos de naturaleza frondosa, húmeda y desoladora. Un enclave del todo idóneo para ahondar en esas cuestiones personales y retos privados de difícil respuesta contra los que solo tirando de distorsión y melodías descarnadas podremos contraatacar como es debido.
El lóbrego contexto originado desde su primer corte (Happy Hour In The Forest) asienta las bases de una premisa íntima y madura que remitirá en dirección a sonadas y destacables voces del espectro musical anglosajón más profundo (Double Helix), encontrando particulares líneas de reflexión sobre la valía del arte per sé (Live In My Words) y desarrollando estribillos pegadizos y de inevitable acompañamiento (Vying For Clues). A un marco como éste solo se le puede añadir una magnífica instrumentación, que mantiene su tono regular a lo largo de sus once cortes, encontrando picos de auténtico disfrute como los riffs armónicos y noventeros de Calling Collect, el shoegaze más pesado de Conundrum o la calma reflexiva de As Observer.
La emoción en Conundrum lo es todo (An Introduction To Feeling), y no solo por esa melancolía que transmiten sus rémoras de britpop tardío (Gaps In Time) ni la forma en la que el álbum rasca en la raíz del rock alternativo más dosmilero y nostálgico (Yesterday), sino más bien por la capacidad que éste posee de desdibujar pasajes de auténtica introspección que crecen progresivamente al ritmo de letras misteriosas, analíticas, complejas en ocasiones, y repletas de retóricas y símiles que no por encriptados dejan de tener menos efecto en el oyente. Al seguidor histórico se le da el gusto de ofrecerle justo lo que viene buscando (encontrando en este nuevo trabajo ciertas líneas paralelas que nos remiten a la primera época de la banda); sin embargo, aquellos que se asomen de nuevas por el imaginario de Rodríguez y los suyos también tendrán la oportunidad de descubrir una propuesta rupturista y valiente, alejada de continuismos inocuos y abierta a reafirmar la valentía y el riesgo que ha supuesto para sus miembros bajar hasta el tope la manivela eléctrica de su impronta y soltar un estridente y jubiloso “it’s alive!”; porque sí, Madee están de vuelta, y esto no es más que el principio.