Redacción: Andrea Genovart
De Jack In Water solamente habíamos tenido tres EP. ¿Para cuando el largo? es la típica pregunta. Pues ya ha llegado, y se llama You Don’t Feel Like Home, con fecha de salida para el 27 de agosto. Sí, en pleno verano. Con esta primera promesa podríamos pensar que se trata de un nuevo solista poniendo la banda sonora de un anuncio de Estrella Damm, pero no. Más bien todo lo contrario: Water construye el escenario perfecto para quedarte en tu casa sin que corra una pizca de aire. Cara a cara o, mejor dicho, golpe a golpe contra la propia emoción.
No es casualidad el título del disco. Precisamente, el músico inglés es residente en Mallorca, isla desde donde construye su proyecto musical bajo este pseudónimo. ¿Qué por qué ha elegido que su apellido sea Water? Pues es otra duda que podemos plantearnos, ya que sus letras son como si te cortase un bloque de hielo. Pero vaya, que ya podemos intuir que la idea de la casa, el hogar, esto es, la identidad, son temas que le preocupan al artista y que así lo plasma en su LP.
You Don’t Feel Like Home empieza con un primer tema, de título homónimo al del disco. Una bienvenida a partir de un lamento folk que es, al fin y al cabo, toda una declaración de intenciones de los nueve temas restantes que vendrán después. Y éstas son puro lirismo, emoción, llevado a cabo con su voz contundente y cercana, que se hace escuchar - valer - por encima de unas melodías de vaivenes que te acurrucan y te introducen en ellas sin que te des cuenta. A esta primera canción le sigue Beast Behind Your Eyes, con unos coros a lo Justin Vernon que recrean esa atmósfera envolvente propia de los paisajes salvajes y desolados. Sí, efectivamente uno puede imaginarse perfectamente a Water en una cabaña al más estilo Bon Iver, implorando a una especie de cosmogonía existencial que le dé el sentido que ha perdido y necesita recuperar. Just Smile es una canción que coge un ímpetu orquestal maravilloso, igual que If I Cared. For You sería de las canciones más particulares del disco, ya que se aleja del tono épico que comparten la mayoría y se atreve a rozar un folk más minimalista y alegre. Ya en la segunda mitad del disco encontramos un intento intimista de Sujfan Stevens con Unconditional Love, y un referente clarísimo del tono de Damien Jurado con Anxious Smothers y Monster. El cantautor, nacido en Essex, termina su primer disco con el tema Step Down, con una especie de grito bajito y semicelestial que consigue un estado de absoluta paz.
En todo disco debut se ven por donde van los tiros. O por donde quisieran ir. Y para Jack In Water el pistoletazo de salida está bien claro: no va más allá de la zona de confort, que es el folk. Y que le encanta. Un folk más bien melancólico y triste, de tonos bajos, de carga instrumental progresiva y que tiende al efecto rompeolas que tanto hay en las costas del norte. Es decir, un folk de intensidad. Y toda esa tripulación rítmica está acompañada con unas letras que tienen que ver con la introspección de uno mismo, con todas aquellas preguntas no resueltas que no dejan de resonar en la cabeza, con la sensación de desorientación, con el enigma pegado al cuerpo. Escuchar Jack In Water sirve, sobre todo, para refugiarse en la condición más universal del ser humano, que es la de preguntarse por qué uno está allí y hacia dónde va. Y seguramente el mismo músico ha debido de escarbar muchas y muchas capas bajo tierra para formar y sacar este repertorio de diez canciones adelante, ya que ha tardado diez años en acabarlo y que vea la luz. Porque si las cosas de palacio van despacio, cuando barres para casa todavía más.
Más | Críticas de discos