Redacción: Fran González
De vez en cuando es realmente reconfortante toparte con una banda que apenas necesita introducir variables en su discurso para seguir afianzando su marca personal y garantizando un buen sabor de boca con cada nuevo trabajo. Jugando las mismas cartas de siempre, transitando por un terreno conocido por todas las partes, y desnudando sus armas con seducción y desparpajo, llega el tercer trabajo de Exnovios, ese inigualable trío pamplonica que es capaz de maridar como nadie el sonido pop de la España de los 60s con la nueva psicodelia de nuestros tiempos.
Un Nuevo Día (Munster Records/Ground Control, 2021), continúa la linde de la distorsión, las reverberaciones, y los riffs burbujeantes que Juan Pedro, Txema y Tamu iniciaron ya en su día con su primer álbum homónimo, generando una zona de confort entrañable y grata para el oyente. Con un arco tonal lleno de luz que constantemente nos brinda un aroma de lo más oldie y evocador, la banda de Navarra propone un paseo por las diversas caras de la canción melódica a través de diez deliciosas pistas que no defraudarán en absoluto a los que ya estén acostumbrados a la impecable clase de los pamplonicas.
La radiante portada que nos da la bienvenida a Un Nuevo Día no es un elemento casual, pues el exuberante color que tiñe cada detalle de ésta acaba siendo trasladado a la atmósfera general del álbum, abrazándonos con amparo y gusto y dejándonos entrever desde el principio que será imposible no rendirnos ante el atractivo embrujo de sus sugerentes piezas. Así es como, sin oposición ni reparo, nos adentramos en una espiral de sonidos lisérgicos que tienen el personal toque y firma de Guillermo Mutiloa, productor navarro a la sombra de otros grandes nombres del rock garajero patrio y que sin duda otorga al sonido de Exnovios el empuje definitivo para sugerir y trascender los sentidos de la manera en la que han logrado hacerlo.
Con esta premisa da comienzo un desfile de influencias manifiestas y sonidos generacionales que despertarán la memoria de muchos y la atención de otros. Un estrechón de manos entre escenas que, pese a su distancia, poseen más elementos comunes que disparidades. Nos topamos así con un Me Quieren Ver Morir, que parece directamente sacado de la etapa Maharishi de Los Beatles, un pasional Eres Tú que podría perfectamente haber sido firmado por Fórmula V, un puntual vistazo al sonido más oscuro de la Velvet Underground con Sé Que Volverás, una velada mención a su pasado como Los Jambos en Vuela Jambo o un guiño directo a las Ronettes en Vente A Dormir.
Sin desvirtuar un ápice su sino y aportando un notorio y considerable refuerzo lírico, el trío de Pamplona ha vuelto a poner en órbita una escena injustamente silenciada e infravalorada como es la navarra, conocida por ser fruto de auténticas joyas ocultas de la psicodelia nacional.
Ajenos a la eventualidad de las modas que pasean ante sus ojos y del ruido de las masas, Juan Pedro, Txema y Tamu confirman con Un Nuevo Día que continúan fieles a ese estilo onírico y nostálgico que enfrasca sencillez, romanticismo y buen hacer, ofreciendo así una colección de canciones repletas de tonalidades dulces y exquisitas que embriagan a la primera escucha.