Redacción: Miguel Vico
Entre otras muchas virtudes, Crystal Fighters ha destacado siempre por ser capaces de generar un estado de eterna felicidad y despreocupación. La banda transnacional ha lanzado su nuevo álbum de estudio, Gaia and Friends, y ahora nos toca a nosotros comentar nuestras opiniones. Para ello, no negaremos que muchos de sus temas nos han hecho bailar sin parar, pero el listón solo tenemos intención de bajarlo para jugar al limbo, hay que ser críticos.
El álbum se anunció con aproximadamente un mes de antelación, debiéndose tener en consideración que contaba con el reciente precendente de Hypnotic Sun, un EP de cuatro canciones que funcionó bastante bien. All my love fue el tema que mejor funcionó del EP, una canción que repetía la “fórmula Crystal Fighters” con maestría y generaba otra canción muy bailable para el repertorio.
Sin embargo, al ver el álbum completo no pudimos evitar preguntarnos “¿Por qué demonios no está All My Love?” (Después nos asaltó la cuestión “¿Por qué les dejaron grabar Costa Rica?”, pero esa la vamos a dejar estar). El grupo mete los otros tres temas del EP en el álbum, hasta la versión de All My Love editada por FeedMe, una versión buena pero que no sobrevive a la decepción. De hecho, cada vez que suena ese sonido de guitarra alterada tenemos más claro por qué preferimos la original.
Es manifiesto que el grupo ha querido hacer un proyecto cohesionado, profundo y con espíritu. Claramente en un proyecto así no pueden faltar los interludios, ni los mensajes motivacionales, si no qué demonios estás haciendo (¿verdad?)… y sin embargo resultan ser “snacks” más que agradables mientras se escuchan el resto de temas. Remolino Icarito es el primero de estos interludios y por mucho que no quiera tener mucha presencia con sus apenas 37 segundos, resulta que ante nosotros tenemos un tema de ambient o house impresionante. Lo mismo con Txalamantra, ya que sabemos de más de un artista que haría maravillas con esa percusión. Hasta un total de cinco temas que duran menos de dos minutos y que, a pesar de su calidad, se quedarán por siempre en el cajón de los juguetes olvidados.
Entrados en el grueso del material, Crystal Fighters transmite muy bien lo que quiere expresar. Emborracharse, el buenrollismo y un espíritu de conexión los unos con los otros. Silbidos y “la la la la la la x 16 (hooooww looonggg)” para el single del proyecto, Wild Ones, muy profundo, sí. Tampoco es que se me ocurra nada mejor como himno para una aventura en caravana, o mejor dicho, para los instastories de mi aventura en caravana. Podría también servir para la banda sonora de una película, pero entonces no sería tan millenial. Runnin’ taladra un poco en exceso los sesos repitiendo el título de la canción mientras en ocasiones escuchamos de fondo el nombre de la banda, como si de trap estuviéramos hablando.
Aun con la paja y el tono feliz del álbum, al grupo le da tiempo a probar cosas nuevas en algunos de los temas. Por supuesto, yo me predispongo a estas rarezas y disfruto más con temas como One String y Hope, que respiran dentro del ambiente agitado del proyecto y me transportan con más facilidad a esas ideas de naturaleza y Gaia que el grupo procura transmitir.
De la misma manera, puesto que el ya comentado tema predilecto All My Love está ausente, el discutible premio al mejor tema del álbum se lo lleva Reborn. Con la cara iluminada por el sol y a través de una gran declaración, el álbum termina abriendo una sonrisa llena de pureza. Crystal Fighters hablan del compañerismo y la hermandad e invitan a unirse a través de la música. A los espectadores de nuestros instastories les encantaría ver un atardecer en un festival y de fondo esta canción, no cabe duda de ello.
Crystal Fighters continúan representando una generación llena de gente intentando hacer de su vida un recuerdo inmortal. Para alguien con los pies plantados en la tierra, el mayor partido que se puede sacar de Gaia and Friends es abstraerse del “happyflowerismo” y sacar un concentrado con lo mejor del álbum. No se trata de un proyecto perfecto, pero como la banda, si tenemos ante nosotros un álbum diverso y entretenido.