Redacción: Ro Sánchez
“Podemos salir de muchas cosas, menos de un buen concierto de folk”. Esto seguro que lo ha dicho alguien ya, pero si no te lo digo yo ahora mismo. Resulta imposible no sentirse hechizado por las voces y las guitarras envueltas en esa sencillez. Del silencio que posee a los presentes. Si tienes suerte, escucharás hasta al camarero de la sala colocar los vasos desde la barra. ¿Enamorado del ambiente? Ya, lo sé. ¿Hipnotizado por las luces? Te entiendo. ¿No sabes qué tipo de magia es esta? Créeme, hace tiempo que yo paré de preguntármelo. Y me dejé llevar por el conjuro.
Resulta que sabes cuando entras, pero no cuándo vas a salir. Porque esos conciertos son un estado de gracia más que un simple concierto. Te puede durar horas, te puede durar días, pero no creo que exista ser humano que asista a un concierto y se quede impasible.
La próxima oportunidad que tienes para entrar y no saber cuándo volver a salir es el concierto de Angus & Julia Stone el próximo lunes 23 de octubre en La Riviera de Madrid y un día más tarde en la Razzmatazz de Barcelona. Los hermanos Stone van a presentar en directo su nuevo disco Snow, producido por el gigante Rick Rubin y en el que vuelven a explotar esa fórmula que mezcla folk y rock, que une la delicadeza de ella y lo macarra de él y que es tan de ellos solos y nadie más. En Snow tanto como en directo las canciones vienen como diálogos entre ellos, sólo que esta vez la conversación trata sobre ellos mismos. Este disco ha sido el primero en el que han compuesto juntos desde el primer verso, y por eso ver fundir sus voces e instrumentos sobre las tablas y contemplar la complicidad personificada será una ocasión especial. Más de lo que ya fue verlos en 2014, la última vez que giraron en nuestro país –si nos saltamos su confirmación para el festival Jardins de Pedralbes en 2015–.
Así que ponte guapo, tienes una cita a la que asistir la semana que viene. Plánchate una camisa, súbete a tus mejores botas. No querrás causar mala impresión a la próxima cosa de la que te vas a quedar prendado.