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Cirkus Columbia – No perder la sonrisa incluso ante la peor de las guerras

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Cirkus Columbia

Esto es para mi país, Bosnia”, esas fueron las palabras de Danis Tanovic cuando en 2001 recibió el enésimo premio por su película En tierra de nadie. En este caso el premio era el Oscar y venía después de más de 40 galardones, incluyendo el de la Academia de Cine Europeo al Mejor Guión, el César a la Mejor Película o el Globo de Oro como largometraje extranjero.

Ese día Tanovic se convirtió en el director bosnio más famoso de su país y con la historia de Ciki y Nino, dos soldados bosnio y serbio respectivamente, mostró al mundo el trance (las extraña y a veces curiosas situaciones) que el completo desmembramiento de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia supuso para todos los que un día se vieron arrastrados por una guerra en la que los nacionalismos fueron prácticamente los únicos culpables.

Ahora Tanovic habiendo asumido las crueldades de la vida y con la palabras tan duras y a la vez esperanzadoras como estas; “Ahora podría ver una guerra llegar a una distancia de cien kilómetros, pero hay cosas que no quieres ver, porque no te puedes creer que vaya a pasar algo así. Lees todos esos libros, ves todas esas películas, pero sigues pensado que los humanos son mejores de lo que realmente son”, estrena película, y esta vez la tristeza de una guerra la junta con el humor de aquella gente que pase lo que pase, quiere seguir disfrutando de la vida.

Cirkus Columbia es la historia de Diyko Buntic, un bosnio que vuelve a su pueblo tras veinte años de exilio en Alemania y con los comunistas fuera de poder, con su gran coche Mercedes, su joven y guapa novia, dinero para dar y regalar y la firme intención de desahuciar a su ex mujer Lucija y reencontrarse con su hijo Martin, al que no ve desde su marcha del país.

Alli Diyko Buntic se encontrará con un pueblo tranquilo y tradicional incapaz de asumir o al menos entender, que poco falta para que una guerra sea capaz de separar una tierra y dos regiones que conviven desde hace siglos. Y allí también, Diyko Buntin se dará cuenta de que a pesar de lo complicado de la situación “ha estado viviendo en un error durante veinte años”.

Después de la aclamada En tierra de nadie, Tanovic dirigió El infierno (2005) y Triage (2009), protagonizada por cierto, por la española Paz Vega. Ninguna de las dos alcanzaron el éxito de la primera, y es posible de Cirkus Columbia tampoco roce el cielo, pero desde luego la historia es apetecible y ver a Miki Manojlovic, actor habitual en las películas de Tanovic y un referente en el cine bosnio…y también francés, siempre es un gustazo.

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