Redacción: Andrea Genovart
Si bien Carpenter Brut - el nombre artístico del proyecto del francés Franck Hueso - acaba de nacer como aquel que dice, su sonido es todo un rescate: sus sintetizadores reviven aquel sonido de finales de los 70 y principios de los 80 de videojuegos y películas de terror de… John Carpenter. Estridencias, escenas sanguinarias y ritmos robóticos. El artista de Poitiers juega al estilo Daft Punk, es decir, a enmascarar su identidad bajo una máscara en sus directos. Además, su anonimato se acompaña de una banda, en concreto con el guitarrista Adrien Grousset y el baterista Florent Marcadet, ambos de la banda francesa de metal Hacride.
Carpenter Brut, que tan solo cuenta con tres EPs - reunidos posteriormente, en 2017, bajo el álbum Triology - y un LP lanzado este año, Leather Teeth (2018, No Quarter Prod), es hoy en día referente de culto de la electrónica independiente actual. Toda una personalidad emblemática del retrowave, este productor no tiene más interés que invocar al mundo zombie en particular y a todo aquello que tenga que ver con el tenebrismo en general con cada uno de sus temas. Y no todo queda en sus intenciones: la escenografía y presencia de la que se sirve refleja y transmite esa misma experiencia de casa de los horrores.
Después de actuar este año en el Primavera Sound, de sorprendente éxito pese a ser asignado el primer día del festival a las cuatro de la mañana en el escenario Bacardi, Carpenter Brut vuelve para volver a impactarnos con un directo sobrecogedor y de máxima intensidad. De hecho, lo hará acompañado del grupo sueco de heavy metal Ghost, a quien el pasado mes de agosto remezcló su tema Dance Macabre y con el que ya giró por Estados Unidos. Antes, el productor GOST, de estética parecida al protagonista en escena, estará abriendo el concierto de Barcelona como el de Madrid y presentando las canciones de su último disco Possessor, toda una apuesta a caballo entre el synthwave y el post punk .
