El problema de los pre-juicios de valor es que se suelen revelar contra ti dejándote en envidencia. Hace aproximadamente 3 semanas odiaba locamenti a Los Punsetes, todo porque la voz y actitud de la cantante me irritaba y porque Antonna (el principal compositor) leí en una entrevista que se auto-proclamaba como post-moderno y eso me revolvió las tripas, siempre he tenido problemas con las auto-proclamaciones (soy simpático y extrovertido, soy superdivertido, soy una mierda pinchada en un palo). Ahora casi podría afirmar que me hacen relativa gracia, bueno creo que me gustan un poco o igual bastante, mierda me flipan.
Pasa con muchas bandas que las voces o las no voces pueden generar un rechazo instántaneo (manos de topo, los planetas, maga...), el truco puede que esté en fijarte de primeras en otros aspectos, letras, instrumentos, arreglos, melodías, después la voz se une y complementa por lo que el problema inicial se compensa.
El caso es que volví a saber de ellos a raíz de su nuevo single que precede al disco y me llamó la atención (detrás de ese vocabulario tan grosero, pero tan de nuestra generación) una melodía irresistible que me hizo pensar en rescatar el primer disco al que tan pocas oportunidades le había concedido. Al abarcarlo de nuevo, esta vez con diferente predisposición, he descubierto no sólo unas canciones de letras completísimas con cierta actitud punk, muy crítica y burlona con nuestro tiempo sino también los oscuros ritmos post-punk tan antíguos y tan actuales que injustamente había omitido.
La temática me resulta muy próxima en temas como accidentes "tú eres de los que mira en los accidentes, te gusta ver el cuerpo descompuesto de la gente, luego corres a un centro comercial dónde se diluye la realidad y es tán facil no pensar y olvidarse de la muerte" o en aceptamos fracaso "soy un puta máquina aceptando fracasos, no tengo problemas llegado el caso", o en querido alberto "no los conozco y los odio, mis odios no son exigentes, ya no soporto a la gente, si eres feliz eres deprimente" encima me entero que se llaman los punsettes por su admiración al brillante Eduardo Punset.
Siempre me prometo no volver a dejarme arrastrar por lo pre-juicios y las opiniones extremas, menos mal que a veces todo acaba felizmente en su sitio, en este caso rallando cada día el tocadiscos y/o itunes.
